La trilla a yegua suelta es una antigua práctica de trilla del trigo y otras especies de cereales que se empleaba en Chile, Argentina y otros países sudamericanos, así como en Europa, Egipto, el Medio Oriente y otras regiones del mundo donde se cultivaba el trigo, la cebada y demás cereales de invierno.
Un trabajo agrícola
Es la culminación de ocho meses de trabajo y realizarla requiere de la cooperación de mucha gente y hartas yeguas.
Este es un trabajo se ejecuta con mucho esfuerzo, correspondiendo a una faena más de los muchos quehaceres de la explotación de los campos.
Las trillas a yegua suelta son propias de la gente de campo y forman parte de sus labores agrícolas tradicionales, como cualquiera otra actividad campesina.
Esta práctica consiste en usar yeguas y caballos que pisoteaban las gavillas de cereales, especialmente de trigo, para separar la paja del grano.
Antiguamente, la trilla era una fiesta que reunía a patrones y obreros.
Los huasos lucían sus mejores caballos y sus más vistosas mantas.
La Tecnología
Esta faena y a la vez fiesta, se fue acabando desde 1870 en adelante hasta que empezó a usarse la tecnología con la llegada de las máquinas trilladoras, lo que vino a solucionar en parte el gran problema de las cosechas, faena que significaba para muchos una tremenda preocupación. Las máquinas trilladoras o cosechadoras que hacían el mismo trabajo de manera mucho más fácil y rápida.
Claro que hasta donde estas máquinas pudieran llegar debido a las dificultades del terreno, porque en la cordillera de la Costa, aún se sigue trillando a yeguas sueltas, constituyendo esta labor una costumbre y una tradición chilena.
Cómo es la Trilla de Yeguas
La Trilla o Trilla a yegua suelta consiste en lo siguiente:
Se hace un corral circular de al menos unos 25 metros de circunferencia.
En el medio del corral se coloca una montaña de gavillas de trigo, que están unidas como una sola planta, tallo o paja y el trigo.
De esa montaña de trigo que está al medio del corral varios peones bajan el trigo con horquetas y colocan el trigo a casi un metro de alto, en la orilla, siempre en el interior del corral.
Luego se entran las yeguas al corral y uno o dos jinetes a caballo las empieza a arrear y hacer trotar a las yeguas dentro del corral circular con su respectiva “guasca” cada uno, dando unas diez vueltas a un lado y otras tantas para el otro lado, para así no marear los animales, gritando a voz en cuello, “a yegua, yegua, yegua”, para obligar a las yeguas a galopar.
Con el pisoteo de los animales, las gavillas del trigo se separan, la paja del trigo.
Una vez que va bajando la parva, los peones horquilleros mantienen sus horquetas en alto, con el gancho de esta herramienta en el sentido que corren las bestias.
Cuando los trilladores (arreadores) gritan “vuelta yegua”, los animales se detienen y vuelven rápidamente al otro lado, mientras los horqueteros cambian la posición de las horquetas.
De cuarto en cuarto de hora se cambia el sentido del giro para evitar el mareo de los animales.
Durante la trilla era necesario reemplazar las yeguas que se cansaban por lo que se hacían varias encierros durante el día.
Personas y elementos para una Trilla
La Trilla requería por lo menos unos de 6 a 10 hombres: Horquilleros sobre la Parva entre uno o dos hombres. Horquilleros que extienden la mies o cereal para ser pisado por los caballos, entre 3 a 5 hombres. Azotadores que ayudan a los jinetes a mantener los caballos en movimiento. Losjinetes que montados en sus caballos arrean las yeguas que podían ser más de uno. La yeguas o caballerizas. Estas son grupos de al menos diez hasta más de veinte animales. El yeguarizo, que está en la puerta y es el que dirige el trabajo ordenando la salida de las yeguas cansadas y la entrada de las de refresco.
En un día de trabajo se podían trillar parvas de alrededor de 170 fanegas. Cada fanega tiene un volumen de unos 55 litros de flujo.
Terminada la trilla de la parva se acordona el trigo, se tapa con cueros y cuando el tiempo es propicio se aventa, zarandea y embolsaba.
Terminada la comida y para agasajar como corresponde a los concurrentes, se inicia la fiesta con guitarreo y huifa.
La infaltable cueca interpretada por buenas cantoras campesinas, esa cueca que no ha muerto y que aún no ha nacido el sepulturero que le eche la última palada encima, se baila hasta el amanecer.
Sucintamente relatada, esa es la verdadera trilla a yegua suelta.
Historia
Esta costumbre era practicada en el Antiguo Egipto y en la Antigua Roma, donde ocupaban bueyes y yeguas para la actividad.
Posteriormente, se introdujo en España, de donde se llevó a América.
En Chile, se comenzó a realizar la trilla a yegua suelta durante la época de la Colonia y se mantuvo hasta mediados del siglo XX, cuando comenzaron a ser reemplazadas por máquinas que hacían más eficiente el trabajo.
Sin embargo, a fines de ese mismo siglo, se comenzó a recuperar como una tradición en las zonas rurales de Chile.
Actualmente todas estas tareas las realiza simultáneamente la máquina trilladora, que comenzó a importarse en la década de 1870.
Hacia fines del siglo XIX la trilla de yegua pasó a ser un recuerdo de tiempos pasados.
En otros países o lugares donde no se disponía de muchos caballos, los animales se arreaban a pie o mediante un hombre parado en el centro de la era que los manejaba mediante riendas.
En este caso era necesario extender la mies por la era antes de comenzar con la trilla.
La Minga o Mingaco
En las zonas pobres, al no disponer de suficientes yeguas, cada propietario las conseguía en una minga o mingaco.
La Monga o Mongaco es una forma de trabajo en el cual una persona invita y reúne a varias personas un fecha determinada y ellos traen sus caballares y así juntar la suficiente cantidad de animales para poder hacer la Trilla.
El organizador y beneficiado debía retribuir la ayuda financiando la fiesta, consistente básicamente en mucha comida para todos los asistentes.
Tradición
Sin embargo, esta actividad se sigue realizando actualmente más por tradición, en los meses de verano y son fiestas a la chilena donde se sirve comida tradicional como empanadas, cazuelas con un buen pebre con vino y otras bebidas como chicha y ponches, muy parecido como si se celebraran las fiestas patrias pero en bastante menor proporción.
La celebración posterior incluye otras labores costumbristas, como misa y casamiento a la chilena, carrera de perros galgos, rodeos además de las comidas típicas, entre otras.
Actualmente, la trilla se mantiene en algunos rincones del país, pero sólo como una forma de conmemorar y recordar esta antigua tradición que fue superada en la mayoría de los campos chilenos por la llegada de la mecanización de la cosecha del trigo.
En Chile se le denomina “Trilla a yegua suelta” y en la región pampeana de Argentina se denominaba “trilla a pata de yegua”.
En Argentina, esta trilla se realizaba mediante yeguas de propiedad de un contratista, “el yeguarizo” como se lo denominaba, que con su tropilla iba de era en era en la época de cosecha.
Dado que las yeguas se usaban exclusivamente para procreo -pues el criollo montaba exclusivamente caballos machos- el empleo de estos animales en la trilla no interfería en el uso de los caballos.
En Chile aún se realiza La Trilla a yegua suelta en muchos lugares del país tan remotos como Pelarco y Calle Larga en Aconcagua. Revista Chilena.com