(Vació en Valparaíso el 3 de Febrero de 1890) En el año 1908 publicó, en colaboración con otro escritor, un pequeño volumen poético, Plumadas. De 1910 datan sus obras El jardín de mis ensueños, con proemio de Gustavo Silva, y de 1914 su Torre sonora, ambas de poesías.
Savia, nervio, vigor, entraña el estilo de este poeta. Se le puede tachar no pocos defectos de métrica y de gramática, y esto hay que decirlo sin ambages. Se nota en él una visible fuerza progresiva. Empero, debe exigírsele mayor corrección de forma para que exista armonía entre el verso y su contenido.
Desfilan por su • Jardín, bohemios, trasnochadores, ciegos, trúhanes, barredores nocturnos, mujeres del arroyo, organilleros de arrabal, toda una turba de miserables. Y de toda esa pobre gente, el poeta como el hermano Gorki, se conduele. Tiene frases consoladoras, impregnadas de la sudorosa filosofía del sufrimiento, para los infelices parias que arrastran su vida dolorosa en los bajos fondos sociales No estigmatiza el vicio, la mugre, la tisis, el alcohol. Tampoco idea.
liza la miseria para hacerla aparecer como un andrajo iluminado por una luz hermosa a la vez que falsa. Bravo sufre ante la miseria, se conmueve y canta. Su conmiseración repercutirá socialmente y acaso conmoverá al magnate y al funcionario que pueden mejorar la deplorable situación de ese gran huérfano, el Pueblo. ¡Caridad! ¡Altruismo!... El nombre poco importa. En todo caso, el poeta cumple así una noble misión.
La virtud, la abyección, la fe, la duda.... ¿En dónde está el secreto de la vida?
Y en la serenidad del plenilunio, como una esfinge misteriosa y muda, quédase mi alma por el infortunio de la meditación, sobrecogida.
Bajo la noche, la ciudad lejana resopla como un tísico al que una monja de blancos hábitos, la luna, brindara el don de su piedad cristiana.
El amor, el dolor, el triunfo, el duelo.... ¿en dónde está la estrella del camino? Medito zigzagueando en mi desvelo; la noche, en tanto, sigue su destino y está muda la tierra y mudo el cielo.
La vida, la imperial, la complicada, psiquis de azul y carnación de lodo, que equilibra el espíritu del todo sobre el abismo ignaro de la nada....
Madre, primera gloria de mis horas, a los veinte años ya desvanecida, que por tu loco pensativo lloras, ¿En dónde está el misterio de la vida? Amor mío, primera angustia mía, Samaritana en cuyo cristalino jarro aplaqué mi sed de poesía ¿en dónde está la estrella del camino?
El placer, el dolor, la fe, la duda.... Pienso. El paisaje como un Arlequino duerme empolvado por la luna muda.
BUSCADORES DE ORO
Sonambulescos bajo el mal nativo, el mal de la insatisfacción, tenaces, desde la torre azul-mi alma en que vivo, los he visto buscar su lenitivo y ambular bajo todos los disfraces:
asceta, en el silencio de los claustros, besadora, en los tibios lupanares, aventurero, en los extraños lares, filósofo, en el mar, bajo los astros, sátiro, en los jardines del exceso, funámbulo, en las pistas mercenarias, artista, en el olímpico embeleso, héroe, en las hazañas temerarias, vagabundo, en las turbas de emigrados, primer blanco, en las trágicas partidas, orate, en los asilos de alienados, despojo, en el mesón de los suicidas.
Son los desesperados del misterio, rebeldes al mutismo de la suerte que entonan el fatídico salterio, del dolor, del instinto y de la muerte.
Pobres, buscan la dicha, el vellocino vedado, y contra Dios, contra el destino, bañados en sus lágrimas salobres, aúllan por la estrella del camino..... Inútilmente, inútilmente.... Pobres!
Sonambulescamente pensativos, mírolos desde mi ancestral guarida de ensueño, entre mis días fugitivos. No tienen corazón, despojos vivos, al vivir condescienden con la vida....
LA ORACIÓN EPICÚREA
Y hierática, estoica, mi voz reza: En el nombre de la Naturaleza, de su Belleza y de su Arte, Amén.
Oh, luna esposa de poetas, luna, madre de la romántica tristeza, por todos los que en pos de la fortuna rindieron el espíritu y la sien, haz a imagen de tu alma el alma mía, con las sonrisas de tus claridades, la gloria de tu fúlgida armonía y la gracia de tus serenidades.
Astral, imperturbable, entre señeros raptos de amor y arrobos de beldad, a lo largo de todos los senderos quiero ir tan solo hacia mi saciedad.
Peregrino del cielo, sobre el lodo, para mi anhelo de sentirlo todo, nunca las horas me satisfarán. Como en un áureo búcaro, la esencia de toda sensación, en mi existencia las ansias de mi ser escanciarán.
¿El horror del vivir?... No se remedía con llanto, con blasfemia o con locura, el viejo mal de Adán que en todo asedia. Si hallan los pies sobre la senda abrojos, refulge un millón de astros en la altura para el placer de los profundos ojos.
¡Oh, luna, diosa del romance, luna, por la pasión de la cuadrilla en pena que busca por el mundo la fortuna, haz mi alma clara, armónica y serena, propicia al goce, heroica en la tristeza, grata al instinto, plena de desdén; luna, símbolo blanco de entereza, ven a mi corazón y a mi cabeza. Alma serena de la luna, ven....
En el nombre de la Naturaleza, de su Belleza y de su Arte. Amén!
DESOLACIÓN
¿Y el Ideal?...-Vivir inmóvil.-Pero ideal es vigor, pasión, jornada. Dilema cruel.... Vacilo, desespero, y le grito a la noche ensimismada: cuándo ha de iluminarse mi sendero?
El ideal.... Yo debo por su inmenso culto de luz heroificar mi vida, consumirme en su amor, como el incienso se consume en la bóveda dormida, sonreírle, bregar, rendir mi empeño hasta alcanzar sus invioladas flores, yo debo para redimir dolores eternamente perseguir mi ensueño.
Debo luchar.... ¡Quién lo pudiera! Flébil, perplejo, venenoso, envenenado, neurótico y sin fe,-civilizado- yo nací enfermo de mi tiempo, y débil, el mayor triunfo para mí no fuera compensable al amor sacrificado en lograrlo. Luchar.... ¡quién lo pudiera!
Es que soy un inválido. Palpito sobre la tierra como una perdida nebulosa que cruza el infinito sin orientarse. Luna, astro bendito ¿cuándo ha de abrirse el arca de mi vida?
Oh, mi demoledora incertidumbre.... Pienso. La luna, muda va en huida tras el negror de la lejana cumbre....
SONATA RESIGNADA
La virtud, la abyección, el triunfo, el duelo. el ferrado misterio de la vida, ¿a qué escrutarlo? Y ya convalecida emerge mi alma de su astral desvelo.
Bajo la noche, la ciudad sombría resopla como un tísico al que una monja de blancos hábitos, la luna, hubiera abandonado en la agonía.
El placer, el dolor, la fe, la duda.... una brisa aromática deslíe sobre mí su frescor; mi ser sonríe como un viajero ante la esfinge muda....
La dicha es la satisfacción en todo; ser feliz es erguirse de igual modo que la vida; fatal, silente, esquivo a la investigación de los arcanos. La dicha es la resignación. Hermanos, cantemos al vivir contemplativo....
Preciso es avanzar a nuestro sino que irremisiblemente nos reclama, sin atender los gestos del destino, (penas, placer, miserias, oro, fama) ni interrogar jamás en el camino....
Resignación, magia de fortuna, digo-El paisaje como un Pierrot clama por su fugada Colombin, la luna....
Ave, Resignación.... Pienso, sonrío, y me parece adivinar como una resurrección inmensa en torno mío. ………………………………………
A TERESA DE JESÚS
(Santa Teresa, amigo Bermúdez, es el don Quijote hembra. Alberto Insúa.-En Tierra de Santos).
Dicen que eras hermosa como una primavera, que mirabas con ojos hondos como un dolor, que caía en cascada negra tu cabellera, que tus manos ducales, cual la mística cera del altar, eran blancas, suaves y sin calor.
Y diz que tu alma hallábase forastera en la tierra, -alma de iluminada, de celeste adalid- que vivías pensando, como una flor que cierra su broche a los azotes del viento, y que en la guerra contra el pecar te alzaste sublime como el Cid. Hoy, cuatrocientos años después, cuando domina la vanidad que obliga a negar o descreer, se halla en tela de juicio vida tan peregrina, los psicópatas hurgan en su ciencia anodina, unos sonríen y otros invocan a Voltaire....
Y aunque fue tu hermosura la de una primavera, inculpan a tu carne no sé qué oculto horror, y aunque tu alma en la tierra se hallaba forastera, hay quien afirma «espíritu enfermo de quimera, una loca obcecada por la fe del Señor!»
Loca, sí, madre de Ávila. Loco fue el Nazareno y loco el más heroico de los hombres: Colón; tu locura fue de esas: mal augusto, sereno, que al corazón mantiene perpetuamente pleno de ardor, pleno de ansias, pleno de redención....
Fuiste una formidable soñadora. Supiste en medio de la humana ruindad, sólo exprimir quimeras en el cáliz de tu gran alma triste. No te saciaste nunca de soñar y moriste acariciando el sueño de un más alto vivir!
Y tu amor fue infinito. Cifraste las delicias de tu ser impoluto, como luz, como flor, en ofrendar las blancas rosas de tus caricias a un Esposo Invisible.... Entregaste primicias por promesas.... ¡Oh! inmensa maravilla de amor....
Más que santa, eres héroe. Tus místicos delirios pudo acaso engendrarlos tu propia condición; pero tu hambre de cielo, tus conscientes martirios, tu certidumbre férrea de ver al fin los lirios de tu esperanza abiertos, gestos de héroe son.
Tu vida es como un hondo poema en que se aprende todo, pues simbolizas la pureza y la fe. ¡La pureza, tesoro que nunca se comprende! La fe, sol que en la lucha reconforta y defiende.... Fe, pureza.... ¡Oh Maestra, cuán tarde te encontré!....
Tu tiempo está reñido con mi tiempo. Tus años fueron los del hermoso triunfo del Ideal. Paladines, los hombres combatían huraños por el bien mancillado, por deshacer engaños, igual que don Alonso Quijano, el inmortal.
Hoy, cuatrocientos años después, hoy nos domina, si no la indiferencia, la duda o el descreer; por eso es un asombro tu vida peregrina; se interpretan sus rasgos por la ciencia anodina y unos sonríen y otros invocan a Voltaire....
Pero ¡oh Divina Oveja! las almas sentidoras, tus hermanas de anhelos y utópico fervor, comprendemos la gloria de tus líricas horas.... Bendita tú eres entre todas las soñadoras y bendito es el fruto de tu espíritu: Amor…