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            Gerónimo Lagos Lisboa







(Nació en San Javier, Linares, en Julio de 1883)
Hay pocos poetas nacionales con una idiosincrasia artística de más adaptación que la de G. Lagos Lisboa.
Es esta una cualidad que ya se quisieran muchos de nuestros mejores líricos, porque es demostración de una sensibilidad exquisita, de un esfuerzo prodigioso de mimetismo espiritual con el ambiente y estados anímicos en que se vive.
Este mimetismo espiritual es la facultad poderosa de saber recoger hasta los mínimos detalles de todo lo que nos rodea en cualquier instante y en cualquier sitio, estrujar este todo fugitivo, contra nosotros mismos, saturar nuestro ser con su propia esencia y transfigurarnos y confundirnos con su propio origen.

En el poeta, despliega todo su esplendor.
El, vibrará canallescamente en la música de los organillos o hará filosofía en el círculo afiebrado de rameras en un prostíbulo, y las mujeres aleladas beberán de sus aguas como de una fuente propia.
El, encerrado entre los muros de su vivienda campesina, llorará sus bondades inconfesas, auscultará los instantes augustos de la jornada familiar; su cuerpo se teñirá de la conciencia apacible y olorosa de los campos, y su alma será temblor en la luz de la lámpara, lealtad y valentía en el ladrido de los perros, angustia en el doblar de las campanas, mansedumbre y amor en los ojos de la buena madre y alerta salvaje en los pitazos del tren que cruza las laderas.

El, bajo la caricia de los astros del trópico, será nervio crispado en fogosas contorsiones; entre las mesetas nevadas de la gris Noruega, será ráfaga helante que sacudirá el espíritu en desgarradores escalofríos; en medio de los combates, sangre y ardor, y en el vago misterio taciturno de los palacetes ensombrecidos de Maeterlinck, será símbolo que levante sus actitudes dramáticas en una imprecisa voluptuosidad de emociones desconocidas.

La adaptación, forma raíces brillantes en el temperamento lírico de Lagos; raíces que han brotado espontáneamente, sin estimulantes, como al calor de un atavismo.
Por eso sus poesías, dondequiera que alcen la siempre juvenil figura, tendrán el tinte de los cielos y los muros que vieran el resbalar de su sombra.
En su libro Yo iba sólo.... (1915), sentimos palpitar este doble esfuerzo ex-abrupto de mentalidad y corazón.
A pesar de la deliberada y caprichosa distribución de sus versos, encajados precipitadamente, como para formar volumen, vemos, palpamos las evoluciones líricas, los cambios atmosféricos-diremosdel alma poética de Lagos Lisboa.

El, estuvo en un país caldeado por los soles tropicales.
Su espíritu sufrió del mimetismo ambiente; se adoptó al régimen local y con su exquisita percepción intuitiva e ingenio sutil, encendió sus cantos nerviosos, estremecientes, rotundos, y confundió su vida, su carácter, con el carácter y la vida de los hijos de la tierra que sentía el calor de su planta y el temblor de su voz.

El, en los libros de ciertos grandes poetas americanos, vivio la vida romántica que se desliza con un rumor de lágrimas por sus hojas.
Penetró entonces a sus antiguos templos, como un viejo devoto, santiguó su alma con el agua amarillenta de sus piscinas extenuadas y se saturó de las estériles gallardías e indigestos perfumes que se ofrecieron a su fervor.
Y él, por último, fatigado de vagar por senderos remotos y de olvidos, torno sus huellas a los parajes recientes....
Se modernizó.
Se adaptó una vez más al ambiente.
No quedó emparedado como muchas momias del Ateneo.
Y de ésto, hace poco. A los treinta años de edad.

En los umbrales de le moyen age énorme et délicat. Lo que revela mucho, lo que demuestra que es un poeta que vive la vida natural, que no vive artificialmente, muriendo porque le falta oxígeno, fósforo o valeriana.
Los versos de Yo iba sólo...., es decir los últimos, los nuevos, son de moderna arquitectura.
Es inútil que algunos jóvenes intelectuales (Fray Apenta, Carrillo-Ruedas y Préndez, entre otros), vituperen piadosamente este libro, por el presunto apego de su autor a los rancios moldes, y declaren que sólo una o dos de sus composiciones pueden tomarse en cuenta por ser las de estilo más fresco.

La opinión de estos distinguidos literatos, es sincera, pero baldía. Lastimosamente confunden el decadentismo con el modernismo, la palabrería enmarañada y de artificio, con el decir sencillo e inhollado el pensamiento tumultoso, huero y obscuro, con la idea limpia, sabrosa y tierna. Si Lagos Lisboa fuera en la actualidad un poeta decadente-supongámoslo un instante-, sólo entonces, para aquellos intelectuales, sería éste considerado como un poeta modernista. Error de apreciación que los conduce a un laberinto sin puertas. Ahora, el verdadero modernismo (afuera prejuicios sordos de juventud levantisca), tiende a hacerse clásico por la expresión; busca en la humildad, en la mehudez, de las palabras más livianas, los ocultos fuegos, los ínfimos e inapreciables aromas, que es imposible arrebatar al engranaje violento de los propios estilos modernos. Aún más, creemos que el modernismo verdadero llegará a su forma definitiva. perfecta, impecable, cuando sus tendencias interiores se calcen los ropajes olvidados de los más puros y venerables de nuestros clásicos auténticos. No nos referimos a esos clásicos de pseuda estirpe, que fueron clásicos por no haber otros más osados en su época y por saber vaciar canosamente sobre sus espaldas las guedejas de una peluca falsificada e indigna.
Y Gerónimo Lagos Lisboa va camino de ese ideal moderno-clásico, yuxtaposición absoluta de esa aberración moderno-decadente que un día acariciamos con alborozo de ciego y de niño.
No en balde la revista española «Nuevo Mundo», baluarte de las más puras y honradas de las escuelas literarias, ha comparado al autor de Yo iba sólo...., con dos o tres de los conocidos poetas enormes que tiene la América.

Pero, tememos que la modestia cobarde y deshonrosa de este poeta casi femenino por su carácter lechoso, perjudique el verdadero mérito de su obra. ¿Será que Lagos Lisboa odía la farsa atropelladora v cortesana de los zarrapastrosos, de los aguachirles y los especuladores de la literatura? ¿Será que está convencido del triunfo pantomimero de un Claudio de Alas sobre un Pedro Prado o un Alberto Moreno?....
Ofrece a la multitud dos libros: Las Quimeras Hostiles y La liberación de las Horas.




                       



                                                                                                                     --------------------------------------------------------------










                                   POR LA SENDA....

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                                                   La noche, tibia. El corredor, sombrío.
                                                   La algazara jovial de los pequeños
                                                   bajo el parrón.... Lejano caserío
                                                   muestra hasta aquí el topacio de sedeños

                                                   puntos de luz. La madre pensativa
                                                   sale hacia el corredor. De sobremesa
                                                   fuma el abuelo. En el jardín, la esquiva
                                                   sombra de la belleza.... .

                                                   Tras del ramaje, como blanca niña
                                                   se alza la Luna a ras de la montaña,
                                                   y emerge aquí el trigal, allá la viña;

                                                   luego del viñatero la cabaña

                                                   casi escondida entre la fronda verde
                                                   y, huyendo de las frondas, el sendero
                                                   que al acercarse ondulador se pierde
                                                   como para bañarse en el estero.

                                                   Desde él se empina y al breñal se allega,
                                                   se agazapa después bajo el follaje
                                                   y hasta nosotros llega
                                                   como lejana insinuación de un viaje.

                                                   ¿Vamos....? - la digo. Y Nelly, jubilosa,
                                                   viene hasta mí.... Jugando con los perros,
                                                   nos preceden con fresca y bulliciosa
                                                   risa los pequeñuelos. En los cerros

                                                   canta una voz agreste. Vuela alguna
                                                   ave medrosa a nuestro paso. El viento
                                                   mueve apenas los árboles. La Luna,
                                                   a través del follaje en movimiento

                                                   se escurre en busca de la senda grata
                                                   y va esbozando en ella, con su rastro,
                                                   alguna araña trémula de plata
                                                   o el fragmento de un astro.

                                                   Entre las yerbas, su nostalgia un grillo
                                                   en un aria romántica deslíe....
                                                   A nuestra voz se calla el organillo
                                                   de las coigüillas del remanso, y ríe

                                                   el agua del estero.... y va la brisa
                                                   con las cañas danzando en la ribera
                                                   y madrigalizando con su risa.
                                                   ¡Aquí el rústico puente nos espera!

                                                   ¡Cómo al pasarlo vibra!
                                                   Nelly recoge con temblor su enagua....
                                                   Y es como una ilusión que se equilibra
                                                   su imagen leve en el azul del agua!

                                                   Lo mismo que ella mi existencia ahora
                                                   del porvenir se grava en transparente
                                                   linfa de amor que de ideal se enflora
                                                   como de blanca espuma la corriente.

                                                   Musita el agua su canción. Callamos
                                                   con un afán de eternidad delante,
                                                   y en nuestros ojos, sin buscarlo, hallamos
                                                   de las estrellas el fulgor distante!

                                                   Un mismo ensueño nuestro afecto aviva,
                                                   en mi esperanza su esperanza se hunde,
                                                   y el alma de la noche pensativa
                                                   con las nuestras sonámbulas, se funde.

                                                   Seguimos a la viña. Del estero
                                                   se va el ruido apagando, y nos parece
                                                   que se orilla de nardos el sendero....
                                                   ¡Siempre a la orilla del Amor florece!

                                                   Corta de pronto nuestros pasos una
                                                   vid sarmentosa que a otra vid se amarra,
                                                   y apunta como lágrima de Luna
                                                   un gusano de luz bajo una parra!

                                                   Rumorean las hojas, y a la vera,
                                                   fingen estremecerse los racimos,
                                                   como si hasta la viña compartiera
                                                   la emoción que sentimos.

                                                   Los chicos gritan a lo lejos, juegan....
                                                   Nelly me dice su inquietud por ellos
                                                   y cuando vamos a buscarlos, llegan
                                                   coronados de rosas los cabellos!

                                                   ¡Salve, vida triunfal, que en la inocencia
                                                   así sueños en gérmenes balbuces,
                                                   y abierta ya la flor de la existencia
                                                   en voz de amor tu eternidad traduces.

                                                   ¡Salve a la sinfonía
                                                   que incuba el ala del amor fecundo.
                                                   y que es luz y es calor y es armonía,
                                                   alma de Dios y corazón del mundo!

                                                   ¡Salve, vida triunfal! Salve a la norma
                                                   de uncirlo al núcleo de tus fuerzas todo;
                                                   tú cantas la epopeya de la forma
                                                   desde el éter sin mácula hasta el lodo!

                                                   Se pierde en el azul tu inmensa randa
                                                   y es el Amor tu lábaro encendido:
                                                   porque mi vida a su calor se espanda
                                                   yo voy junto al Amor soñando un nido.

                                                   ¡Ven, mi adorada! Por mi senda avanza,

                                                   que desde los recodos de lo arcano
                                                   nos está haciendo señas la esperanza
                                                   con un haz de gardenias en la mano!

                                                   ¡Ven ya lo sabes! Mi ansiedad se iguala

                                                   con tu ansiedad. ¡Triunfemos de la Muerte!
                                                   Mi ala es pasión. Idealismo es tu ala.
                                                   Rumbo a la eternidad va nuestra suerte!


                                                                                     Hoy

                                             Está la noche tibia y el corredor sombrío.

                                             Bajo el parrón es himno vibrante el vocerío
                                             de alegres pequeñuelos. Hay luces en los cerros.
                                             Frente al camino ladran indagadores perros.

                                             Viajeros que la noche sorprende en largo viaje,

                                             a pernoctar llegamos a este hidalgo hospedaje.
                                             Mi amigo es viejo amigo de esta casa. Yo soy
                                             sólo un huésped amable para los dueños, hoy....

                                             Aquí no me conoce ya nadie.... Y sin embargo,

                                             yo todo lo recuerdo. Tal cual si de un letargo
                                             despertara al conjuro de intensa vocación,
                                             me embebo en el milagro de una retrospección,
                                             y hasta siento en mis nervios temblar un calofrío
                                             que en hora de entusiasmo fue íntimamente mío....

                                             La casa, igual. La misma plácida perspectiva.

                                             En el jardín, el alma de la belleza esquiva,
                                             la misma luna,-novia, que al surgir de su tálamo
                                             velara sus pudores con las frondas de un álamo.

                                             Al corredor, la madre, saliendo como antaño

                                             por vigilar los hijos desde vetusto escaño.
                                             Y luego, hacia la viña, la banda de pequeños....
                                             Tras ellos dos amantes tejiendo sus ensueños....

                                             Todo es lo mismo. Sólo que la Nelly ensoñada
                                             que hoy va de la colina por la senda lunada,
                                             no es aquella de entonces.... ¡Aquélla es madre ahora!
                                             ¡El día se hizo ocaso y amaneció la aurora!

                                             Y no fue aquella Nelly mi amante compañera...
                                             ni la hija es de mi vida la nueva primavera....!
                                             Realidad que llegas deshaciendo mi hechizo,
                                             oigo lo que me gritas: que fui un advenedizo!

                                             ¡Verdad! Y ya es en vano que con ansias insanas
                                             revuelva la implacable ceniza de mis canas!

                                             ¡Feliz hoy está Nelly, flor que abriendo a la Vida,
                                             se va bordando idilios por la senda florida!
                                             Y más feliz su madre, mi ensoñación de antaño,
                                             que aquí serenamente, desde el vetusto escaño,
                                             mirando hacia el nocturno paisaje difumino,
                                             ve en la pareja amante que va por el camino,
                                             -y que allá, en la colina, bajo la luna absorta,
                                             del cielo sobre el biombo sus perfiles recorta
                                             a su amor hecho carne y a su misma ansiedad
                                             junto al Amor siguiendo rumbo a la eternidad!

                                             ¡Pareja Victoriosa! ¡Símbolo palpitante!
                                             Broche con que el mañana se une al ayer distante;
                                             eco de un pensamiento supremo que ha sabido
                                             triunfar de las nubosas lagunas del Olvido,
                                             yo miro en vos la rama que sus yemas va a abrir
                                             a los maravillosos soles del porvenir!

                                             En cambio, de mi vida ¿qué resta ya? Qué alud
                                             arrasó con mis sueños y con mi juventud?
                                             Qué se hizo el alma mía de ayer? Qué mis pasiones
                                             que por el mundo fueron prodigando oblaciones?

                                             A mi angustia responden oleadas de perfume....
                                             ¡Ya sé, jardín, que en tu alma la mía se resume!

                                             Aquí donde ya nadie me ama ni me conoce
                                             de mi alma de otros días vuelvo a sentir el roce.
                                             Aquí entre los jazmines, junto a los lirios frágiles
                                             que plantaron mis manos y que otras manos ágiles
                                             cultivaron piadosas lejos de mí, aquí están
                                             mi juventud, mis sueños que nunca más serán!

                                             Divaga corredor enredada hay, alma de
                                             Alma mía de entonces, alma de amor y audacias,
                                             que ayer dejé enredada aquí entre las acacias
                                             que al corredor dan sombra, callen tus vespertinas
                                             divagaciones.... Sufre tu corona de espinas!
                                             Sufre en silencio ¡oh, alma triste! que no has sabido
                                             triunfar de las nubosas lagunas del Olvido!

                                                                                         *

                                             Suspiran las acacias floridas.... Indiscreto
                                             el viento en torno de ellas llega girando inquieto,
                                             y alzado por el brazo de la fatalidad,

                                             las flores vacilantes arranca sin piedad.

                                             ¡Flores marchitas, flores que el viento une y revuelve
                                             vuestro aroma es un alma triste que se disuelve.



                                                       ……………………………………


                     


        


                            

                                     
                           LAS NOCHES DE MI PUEBLO


                                         Noches, lejanas noches de mi pueblo.... ¡Tranquilas
                                         noches en que surcaban los cielos mis pupilas
                                         junto a las de mi madre, que en ellos admiraba
                                         la túnica por donde Dios se transparentaba....
                                         ¡Mi madre! ¡Aquellos años! ¡Cómo a sentir volviera
                                         la yema de sus dedos sobre mi cabellera!
                                         ¡Cómo mirar sus ojos donde estaba escondida
                                         la piedad que curaba del dolor de la Vida!
                                         ¡Aquellas noches! Unas pensativas, serenas,
                                         junto a los corredores con olor a azucenas,
                                         de frescas azucenas cuyo blancor sabía
                                         a placidez y unciones por el mes de María.
                                         Y aquellas otras noches revueltas del Invierno
                                         cogido en la tibieza del regazo materno....
                                         Silencios apacibles en la sala pequeña....
                                         Junto al brasero el gato que por dormir se empeña;
                                         la lámpara filtrando su luz por la pantalla,
                                         y en la pared, fingiendo temblores una raya
                                         de sombra que proyecta la luz, porque mi hermana
                                         ha movido la mesa donde escribe su plana....
                                         En el jarrón antiguo ya no hay lilas ni rosas
                                         y rondan la pantalla nocturnas mariposas. .
                                         Mi hermana las preserva de la traidora flama
                                         y en cambio precipita zancudos en la llama.
                                         Yo, que de la justicia del proceso no dudo,
                                         protesto, sin embargo, por el muerto zancudo.
                                         Chillan desde sus nidos en la iglesia vecina,
                                         las lechuzas siniestras. Aúlla en la cocina
                                         el perro de la casa. Rápido y turbulento
                                         pasa por la Árboleda-brujo invisible-el viento.
                                         Luego un rumor que crece y asorda. Es que diluvia
                                         y está formando esteros por las calles la lluvia..
                                         Las diez marca en la esfera del reloj el puntero
                                         y ya está hirviendo el agua para el té en el brasero.
                                         Las diez! Las da en la cárcel la campana sonora
                                         y es su acepto tan hondo que parece que llora. '
                                         Suena una campanada mientras otra se aleja
                                         como alma de algún preso que huyera de la reja....
                                         Como almas que pasaran rozando los cristales
                                         y de llantos dejaran las húmedas señales
                                         en los vidrios brumosos....Por el postigo abierto
                                         la luz de nuestra lámpara pasa hasta un olmo yerto
                                         que en la calle suspende sus ramas, en reproche
                                         doloroso a los cielos, y al viento y a la noche.
                                         Cae sobre la alfombra monótona gotera
                                         y el agua burbujea dentro de la tetera.
                                         Mi madre arrebozada, sobre el diván dormita,
                                         y la criada, entrando desde el patio, tirita.
                                         La sigue Inub, el perro, que hundida la cabeza,
                                         se acuesta hecho un ovillo debajo de la mesa.
                                         Ha poco que ha pasado por la calle un borracho.
                                         Y, como de costumbre, de vuelta del despacho,
                                         el sacristán del pueblo canta una copla amarga
                                         que esta noche es exótica porque el viento la alarga.
                                         (Sacristán taciturno con algo de leyenda,
                                         Pastén, va por la Vida sin que nadie lo entienda.
                                         De los tiempos de antaño cuenta nobles historias,
                                         y reza por las calles y rima sus memorias
                                         de vuelta del despacho donde le fían pan
                                         para su eterno mate de viejo sacristán.
                                         Tiene Pastén ideas alegres y curiosas:
                                         se da a cuidar claveles....y las leguminosas
                                         se agostan en el huerto de la parroquia. El cura
                                         reniega inútilmente contra su chifladura.....
                                         Pastén, que indiferente vive a extraño quebranto,
                                         se aísla en una pena casi próxima al llanto
                                         cuando llega el Otoño y huyen las golondrinas....
                                         Pastén es un compendio de ideas peregrinas!)
                                         Cesa la lluvia y siguen cayendo del alero
                                         los hilos cristalinos.... Canta en su gallinero
                                         el gallo irreductible del maestro Fermín.
                                         Responde el de mi casa....y otro....y veinte por fin,
                                         como si fueran ellos vivas palpitaciones
                                         de una red armoniosa de muchos corazones!
                                         Yo me quedo pensando con solemne interés
                                         si habrá cantado el gallo de la casa de Inés...
                                         y si cuando en la noche sonó esa voz de alerta
                                         ella estaba dormida o si estaba despierta....
                                         Me arranca de mi ensueño lento mugir lejano,
                                         y todo en el silencio, lo visible y lo arcano,
                                         tiene un eco recóndito: el rezongo del río,
                                         el viento que redobla sus ímpetus, bravío;
                                         la voz que no se escucha de alguna ave transida
                                         y el negror de la noche que arredra como herida.
                                         Ventana mal cerrada de la escuela de, en frente
                                         golpéase al capricho del viento. De repente
                                         alza la testa, enarca las orejas Inub....
                                         Es que tosió mi padre que regresa del Club!
                                         Me asomo a la ventana. La luz de un farol viejo
                                         se ahoga de las aguas en el túrbido espejo.
                                         Brama angustiosamente a lo lejos un tren
                                         y el viento despedaza las coplas de Pastén!


                                               …………………………………………



                      
                                         
                                   BAJO LA LUNA



                                                             Yo iba solo y sin destino
                                                             bajo la Luna,--azucena
                                                             marchita, -y en el camino,
                                                             mi pena encontró a tu pena,
                                                             niña íntimamente buena.

                                                             Seguimos por el sendero

                                                             con nuestro dolor sincero.
                                                             ¿Recuerdas, niña? Seguimos....
                                                             y aquella noche supimos
                                                             que Amor buscaba un alero....

                                                             Y con tu empeño y mi empeño

                                                             entre el ramaje florido
                                                             hemos ido haciendo el nido....
                                                             In guarda un ave: el Ensueño!
                                                             No temas, niña, al Olvido!

                                                             Todo en el Amor se alegra:

                                                             mi alma ingenua, tu alma franca...
                                                             Hoy será la noche negra!
                                                             Mañana la aurora blanca!

                                                             Callen tu dolor y el mío,

                                                             niña blandamente buena.
                                                             La aurora traerá rocío
                                                             para tu pena y mi pena....
                                                             Niña blandamente buena!

                                                             De la tierra asciende aroma,

                                                             baja del cielo ilusión....
                                                             ¿Ves? Allá una estrella asoma...
                                                             ¡Cuéntale nuestra emoción!

                                                             Y anuda a los flecos de ella

                                                             nuestra amarga pena ingrata.
                                                             ¡Qué cosa, niña, más bella
                                                             que ir por un puente de plata,
                                                             lentamente hacia una estrella!

                                                             Sigamos, niña, sigamos,

                                                             que ya un ideal formamos
                                                             de ternura y ansiedad.
                                                             ¡Somos dos alas y vamos
                                                             con rumbo a la eternidad!

                                                             Y en el ansia informe y grave

                                                             de perpetuar nuestra huella,
                                                             será nuestro amor ¡quién sabe!
                                                             la inconmensurable clave del apuntar de otra estrella....

                                                             Yo iba solo, iba sin tino,

                                                             niña infantilmente franca....
                                                             ¡Cómo bendigo al Destino
                                                             que te llevó a aquel camino
                                                             bajo aquella Luna blanca!



                                                     …………………………………



                                                    

                                     
                                 CENIZA Y HUMO



                                                    «Ceniza y humo.... ¡Tu risa
                                                    lo canta, y tienes razón!
                                                    (Un cigarro y otro ron!) Dices bien, María Luisa....

                                                    Vivir.... y vivir de prisa,
                                                    ésa es toda la lección....
                                                    Humo y humo la ilusión....
                                                    Ceniza, el dolor, ceniza....

                                                    Humo y cenizas.... ¡al viento!
                                                    Sopla el fuego, y que arda más!
                                                    La vida es para un momento:

                                                    Vivir.... y vivir de prisa,
                                                    ésa es toda la lección....
                                                    Humo y humo la ilusión....
                                                    Ceniza, el dolor, ceniza....

                                                    vívela tú sin disfraz....
                                                    ¡Ama y goza sin tormento!
                                                    Después.... una cruz. Y en paz!





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