Vos encontramos frente a frente de uno de los literatos más característicos de nuestra tierra, cuyo temperamento de artista habría escalado ya las más altas cimas si no fuera por su eterna modestia de hacer labor obscura de minero por los eternos convencionalismos a que están amarrados los espíritus que, como el de este poeta, necesitan lamer el espinazo el capital para no morirse de hambre como un perro.
Zoilo Escobar es el menos conocido y uno de los poetas chilenos (le más carácter, de más valer moral, tal vez el único de los que se consagran con verdadero ahínco a la defensa anónima de los derechos del pueblo.
Apóstol de los ideales de fraternidad universal, se le ha visto figurar en «El Mercurio» de Valparaíso con artículos de fondo, en que abarca los problemas sociales con profundo conocimiento y amplitud de miras, exponiendo la causa de los males que azotan a la sociedad con su odiosa diferencia de clases y mostrando los remedios que son necesarios para evitar su completa corrupción.
Es el alentador de las multitudes a quienes, muchas veces, ocultándose bajo la humildad de un pseudónimo, ha arrojado sus versos pletóricos de cariño y de piedad y sus proclamas violentas de indignación, en las horas aciagas de los movimientos populares encendidos por el hambre o por la humillación patronal y en que el ánimo plebeyo decaía o las protestas amenazantes de la acción mancomunada eran disueltas a fuerza de tiros.
A veces sus versos rotundos e impecables, modernos y emocionados, cantan como los de Charles Vildrac las amarguras y miserias de sus iguales y nuestras las desnudeces y las pústulas que padecen los humildes, insinuando al deber a los patricios del oro y del mando, con conmovido gesto y entonaciones desesperadas, sin hacer utópicas promesas y sin traer al recuerdo, como lo hacen tantos otros, los triunfos redentores de una Bastilla salpicada con sangre revolucionaria.
Como su vida es su obra: sana, limpia y pura.
Desde la altura de sus ideales humanitarios, puede contemplar, sin mancharse el espíritu, las mareas. que suben de la ciudad extremeciente y hacer obra sincera, robusta y fructífera.
No ha publicado libro.
Redactó con Luis A. Hurtarlo «Selectas, semanario porteño que se publicó durante el año 1904.
Fue un ardiente colaborador en los trabajos de la difunta Universidad Popular de Valparaíso.
Ha publicado en algunas revistas y periódicos extranjeros y desempeña actualmente en la indiferencia rutinaria de cualquier burgués, un cargo de mediana importancia en la Gobernación Marítima de aquel puerto.
Me siento un millonario de sol y poesía; y nunca, como ahora, mientras lloran las brisas, he sentido el deseo de llevar la alegría a donde están los huérfanos de todas las sonrisas....
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CON MI HERMANO EL JARDINERO
¿Cómo está? Buenos días, hermano jardinero. Aquí estoy; vengo a verlo y a sahumarme de encantos.... siento un consuelo inmenso, cuando con tanto esmero
lo veo como riega las exquisitas rosas, lo veo como arregla las filas de amarantos y las rojas camelias de carnes voluptuosas.
No ve como se empina la gallarda amapola? Mire al pálido lirio, bardo sentimental que se estremece al viento. Repare en la corola arabesca y sangrienta del clavel tropical.
Todas, todos, repiten que usté es hermano mío; que en su pecho se clavan los dolores tenaces; y que cuida las flores para aliviar su hastío cuando recuerda el tiempo de los besos voraces....
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CUANDO ME ACUERDO DE JESÚS
Cuando en mis horas llenas de grande desaliento, me acuerdo de tu nombre, pastor limpio y divino, parece que llegaran a mí mismo aposento las aguas de un remanso profundo y cristalino.
Llega a mí tu figura con diadema de andrajos, mostrándome tu reino del perdón y el olvido.... Y olvido los más agrios y forzados trabajos; y a la ruda falange de los que me han herido.
Pero, cuando me acuerdo de la fuerza maldita que azuzó a la vil plebe....la que de arriba incita escondiéndose artera tras las murallas de oro....
¡Ay, no sé lo que siento, por ti, mártir sublime; no sé qué angustia enorme me estremece y me oprime.... Ni qué venganzas pasan mientras me angustio y lloro!....
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A DONDE VAN LOS HOMBRES...
Hombres de todo el mundo que tenéis la riqueza, hombres que sois los dueños de la tierra y el oro, bajad, bajad al fondo de la misma pobreza: Una vida no es grande contemplando un tesoro!
Las frentes de los pobres, llenas de esfuerzo y ansia, también llevan la nube de los sueños, prendida.... En las flores sencillas hay amable fragancia y hay inquietud de rimas en donde está la vida!
La bondad es la lumbre del Sol para los pobres! ¡Dad lumbre a los humildes, dueños de la fortuna; porque a la tierra invaden los dejos más salobres, de un odio hasta la muerte, que principió en la cuna!
Y el odio hasta la muerte, que aumenta en cada hora, digámoslo bien alto, que es fiera vengadora .... que es el paso más torpe de un ilusorio afán....
El amor es la lluvia caída en los desiertos! Por sendas tan opuestas, con pasos tan inciertos, a dónde van los hombres? ¡A dónde....i dónde van!...
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MAR, SOL Y VIENTO
Me dijeron: no he visto costa más desolada; desque se llega a ella, no se ve nada, nada: el agua, el sol y el viento fatigan la mirada.
Mas yo que admiro el agua, que admiro el sol y el viento, me encaminé a la playa con el ardor que siento por todo lo que brilla y esconde algún acento.
Me encaminé lo mismo que un amante lo haría, escondiendo en su pecho su gran melancolía, y evocando sus vivos espasmos de alegría.
Y mientras caminaba, pensaba a mi placer, que yo con mi quimera: visión, ángel, mujer.... vería lo que muchos nunca han podido ver.
Por fin llegué. Las aguas en los negros breñales batían sus espumas, rompían sus cristales al són de cajas, trompas, dulzainas y atabales.
El sol desparramaba su vida en el crisol de la inmensa llanura del agua tornasol, y entre una y otra ola colocaba otro sol.
El viento, el viejo amigo y el músico viajero.... de su órgano arrancaba, quedas quejas primero, y luego fieros ímpetus como choques de acero....
¿Cuántas horas pasaron? Decirlo no podría, sólo sé que el motivo de la gran sinfonía traía hasta mi espíritu su eterna poesía.
Que el vértigo de todo: luz, vida, marejadas y todas las grandezas de cosas ignoradas, querían abarcarlas mis ansiosas miradas...
Que los sueños, deseos....que a las almas anima, acudían lo mismo que la miel de la rima, o las robustas ansias de llegar a la cima.
De libertad el triunfo más grande y más humano, me hablaba el pez, el ave que cruzaba lejano y una nube que lenta subía hasta el arcano....
De un amor altruísta, me hablaba de igual modo el sol-corazón de oro-para quien linfa o lodo siempre le da lo mismo; pues se reparte todo....
También de gloria, fuerza, ensueño; todo en suma.... me habla ban mar y cielo, arenales y espumas, y el horizonte envuelto con misterios de bruma.
Y así fue, lo recuerdo, que allá en mi corazón cuando dejé la costa, grabé la anotación de esta siembra de imágenes blandas como canción.
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LEJOS DE LA CIUDAD
Ya el sol pasó las cumbres. El horizonte toma tenues tintes violados. De la escarpada sierra llega un viento repleto de oxigenado aroma que levanta y sacude largas nubes de tierra.
Viento recio que al rancho lo amenaza y desgaja.... Al rancho que adornado de un naranjo y un pino, con su penacho de humo, con su techo de paja, se asemeja a un enorme sombrero femenino....
De la ciudad no llega nada más que un recuerdo muy amargo; muy áspero, de todo lo que abruma: trabajo sin descanso.... un reloj siempre lerdo, y un cielo desteñido de tanto que se ahúma.... Aire impuro que ahoga.... Deseos comprimidos de pan, de amor, de ensueño.... Nerviosas sacudidas del vicio y la locura. Y odios mal comprimidos... que van regando sangre, que van segando vidas....
Muestran todas las calles de la inmensa colmena, los más fieros contrastes.... Un porvenir avanza de inquietud y amargura. Se teje una cadena de destrucción, de muerte, de ruina y de venganza....
Aquí lejos, muy lejos, de todo ese hervidero de errores y de angustia.... la viña, la arboleda, el arbustillo endeble, el repecho, el sendero, el río que fulgura, que rezonga, que rueda....
Todo cuanto la vista abarca y la fascina, todo anima la sangre, todo canta y encanta: parece que la dicha se alcanza, se adivina.... parece que la vida se endulza y se levanta....
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ANTE UN RETRATO DE MUJER
Mujer de aristocracia, rostro lleno de pena y de voluptuosidad. No sé dónde te he visto con todas las riquezas de tu carne morena, y con todo el conjunto de tu carácter mixto.
Nada sé de tu historia, ni en dónde está tu nido; lo que sé es que en tu rostro brilla un fulgor extraño que sacude hasta el último pensamiento dormido, que alegra y que entristece, que endulza y que hace daño.
Lo que sé es que el retrato que tengo ante mi vista, es un poema abierto, tal si fuera la lista de abandonos muy sabios.... que al corazón convida
a trocar las quietudes por violentos excesos, y a hundirse en el infierno de la senda florida en donde estallan todos los más quemantes besos....