Alberto René Larraguibel Morales nació en Angol, Región de la Araucanía; 30 de mayo de 1919 y fallece en Santiago el 12 de abril de 1995.
Fue un militar y jinete chileno.
Permaneció en el Ejército de Chile entre 1938 y 1979, cuando se retiró con el grado de coronel, sirvió en diversas unidades del Ejército y ocupó el cargo de comandante del Regimiento de Caballería Nº 3"Húsares" del General José Miguel Carrera y Verdugo" en el periodo 1966-1968.
Como jinete, tuvo varios logros en la equitación -entre ellos, dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos de 1951-, siendo el principal la marca mundial de salto alto, que batió en Viña del Mar el 5 de febrero de 1949 junto con su caballo Huaso al saltar 2,47 metros.
Después de muchos intentos, esta no ha sido batida, siendo una de las más antiguas en la historia de los deportes mundiales.
Fue declarado «hijo ilustre» de su ciudad natal Angol en 1987, y un monumento en bronce, emplazado en Viña del Mar en 2007, conmemora su marca.
Vida familiar y estudios
Fue el hijo mayor de Alberto Larraguibel, funcionario de ferrocarriles, y de Filomena Morales.
Estudió en el Liceo de Angol y en el Seminario de Concepción.
Se casó el 29 de noviembre de 1950 en la Escuela de Caballería de Quillota con Silvia Stieb Sauvalle, con quien tuvo cuatro hijos: María de la Luz, Sylvia, Alberto y María Angélica.
Enviudó en 1984 y murió debido a un cáncer de pulmón en Santiago en 1995, a los 75 años de edad. Sus restos se encuentran en el Cementerio Católico.
Carrera militar
El 1 de enero de 1938 ingresó a la Escuela Militar del Libertador Bernardo O'Higgins de Santiago, de donde egresó dos años más tarde.
Fue destinado a Angol, donde comenzó a destacar en los concursos de equitación y llegó a ser parte del equipo ecuestre del Regimiento «Húsares».
Obtuvo resultados que lo llevaron a ser nombrado alumno del curso extraordinario de equitación, que dictó el coronel Rafael Monti, recién llegado de una estadía en Europa, en la Escuela de Caballería General Ramón Freire, como se llamaba entonces, en Quillota en 1946.
Tras completar el curso, se tituló como maestro de equitación el 16 de enero de 1947.
Representó a Chile en múltiples competencias nacionales e internacionales, con destacadas participaciones.
Posteriormente, sirvió en diversas unidades militares del Ejército -como el Regimiento «Cazadores», el Regimiento «Coraceros», la Academia de Guerra, el Depósito Central de Remontas, el Regimiento «Guías», la Comandancia del Haras Nacional, la Dirección de Fomento Equino y Remonta y la Dirección de Logística.
Entre 1966 y 1968 fue comandante del Regimiento de Caballería n.º 3 "Húsares" del General José Miguel Carrera y Verdugo.
El 1 de agosto de 1973 pasó a retiro; sin embargo, el 17 de septiembre de 1976 volvió al servicio activo del Ejército. Se retiró definitivamente de la institución en 1979.
Carrera deportiva
Desde el inicio de su trayectoria deportiva, tuvo destacadas participaciones en competencias nacionales e internacionales.
En 1947 recibió a Faithful, un caballo sin buenos resultados en los hipódromos, que fue posteriormente rebautizado como Huaso.
Lo entrenó en salto alto y juntos obtuvieron importantes logros, como el récord sudamericano que batió en las canchas del Regimiento de Caballería № 4 «Coraceros» de Viña del Mar el 1 de febrero de 1948 con 2,47 m.
Entre 1949 y 1950, cuando ya era campeón de equitación y plusmarquista, fue nombrado adjunto de la embajada chilena en Francia, donde ingresó como «observador» a la Escuela de equitación de Fontainebleau y a la Escuela de adiestramiento de Saumur.
Más tarde fue incluido en el equipo de Francia, junto con «los cuatro mejores jinetes de ese país», que ganó el Concurso Oficial Internacional de Argelia.
Después integró el equipo chileno durante una gira por Europa y América del Sur, donde compitió en Roma, Lucerna, Madrid, Lisboa y Río de Janeiro.
Juegos Panamericanos en Buenos Aires
Formó parte del equipo representativo de Chile en los Juegos Panamericanos de 1951 en Buenos Aires, donde se adjudicó dos medallas de oro en el concurso de salto alto, Premio de las Naciones: una individual montando a Julepe y otra por equipos junto con los oficiales de Ejército Ricardo Echeverría y Joaquín Larraín, y de Carabineros César Mendoza.
Juegos Olímpicos de Helsinki
Al año siguiente, los jinetes chilenos se prepararon para disputar los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 participando en competiciones en Europa, donde «logra[ron] formidables actuaciones en Niza, Roma, Madrid, Düsseldorf y Hamburgo».
Sin embargo, Larraguibel no pudo integrar el equipo de salto en las Olimpiadas debido a un accidente que sufrió en Niza-pese a su ausencia, el equipo de Chile, integrado por los oficiales de Carabineros Óscar Cristi, César Mendoza y por el capitán de Ejército Ricardo Echeverría, obtuvo dos medallas de plata en las pruebas de salto individual y por equipos.
Otras presentaciones
Más tarde, se adjudicó diez medallas de oro en pruebas de saltos y adiestramiento en Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, México y Venezuela, «siendo uno de los mejores montados para recorridos de Grandes Copas».
Posteriormente, continuó ligado a la actividad ecuestre organizando concursos oficiales de la especialidad.
En 1951 el Círculo de Cronistas Deportivos de Chile lo nominó como el mejor deportista de equitación.
Marca mundial
En el jardín de saltos del Regimiento de Caballería № 4 «Coraceros» de Viña del Mar a las 18:04 horas del 5 de febrero de 1949, el entonces capitán Alberto Larraguibel y su caballo Huaso superaron los 2,47 metros de altura.
La marca anterior, de esta prueba fue de 2,44 metros, en manos del jinete italiano Antonio Gutierrez con su caballo Osoppo, establecida en Roma el 27 de octubre de 1938.
Asistieron cinco mil personas, entre las que se contaban el presidente de la República Gabriel González Videla, seis jueces internacionales y la tripulación del buque escuela francés Jeanne d'Arc.
Esta prueba estaba inserta en el programa del Concurso Hípico Internacional, donde participaban los equipos de salto de Bolivia, Chile y Colombia.
En la final, estaban los binomios del capitán Alberto Larraguibel y Huaso y el del teniente Luis Riquelme y su caballo Chileno.
Versión del propio Larraguibel
“Me dirigí a la cancha y en la entrada noté mucho nerviosismo, todos me apuraban. Me fui a la nave y ordené al soldado caballerizo que me siguiera e hiciera todo lo que yo le ordenara. Le dije: dale una vuelta al caballo alrededor de la pista y déjalo y que coma algunas hojas si quiere. Así lo hizo, y el caballo, nervioso, le dio tarascones a las matas de cardenal que cuidadosamente adornaban el recinto. Dimos una vuelta más, mientras todos insistían en que yo montara. Deseaba que el caballo viera al público y se tranquilizara. Ante tanta insistencia, no me quedó más que subir a mi cabalgadura, lo que hice con toda calma”.
Primer Salto El primer salto fue de más de 1,80 metros de altura; tanto Chileno como Huaso lo superaron en el primer intento.
Larraguibel comentó: “En el primer intento “Huaso” rehusó. Si lo hubiera "huasqueado" se habría puesto nervioso, porque un animal se da cuenta cuando se le está pidiendo algo superior a sus fuerzas.
Segundo Salto El segundo fue de 2,14 metros; el caballo Huaso lo pasó en el primer intento -después de saltar el obstáculo, Larraguibel se arrojó al suelo cuando su cabalgadura tropezó al tomar tierra- y Chileno, en el segundo.
Larraguibel comentó: En el segundo intento debo haberme equivocado en un centímetro, porque “Huaso” pasó las manos, pero rozó con el vientre y las patas, botando la vara”.
Tercer Salto Chileno no pudo pasarla en sus tres intentos -Riquelme cayó en la tercera ocasión-. La siguiente altura fue de 2,47 metros para batir el récord mundial. Para formarse una idea, un arco de fútbol profesional es de 8 pies o sea 2,44 metros, por tanto la altura saltada es 3 centímetros más alto al travesaño de un arco de fútbol. Después de dos intentos, en el tercero el binomio de Larraguibel y su caballo Huaso saltó limpiamente logrando la marca mundial.
Larraguibel Comentó: “Volví a desmontar y a medir las distancias, una y dos veces; el Mayor Montti se colocó en un lugar determinado para dar el 'ya' desde donde debía empezar a apurar el caballo. Lo conduje por última vez frente al salto, le hablé, lo acaricié, le transmití toda mi fuerza y mi fe y le dije: “Huaso”, esta es nuestra oportunidad. Ahora o nunca. Entonces picó justo donde me lo había fijado y en un accionar mágico de elasticidad, potencia, decisión y armonía, voló por el aire, salvando el obstáculo con cero faltas”.
Comentario de Larraguibel
“En el primer intento, calculé mal la distancia y le permití rehusar [...]
En el segundo, debo haberme equivocado en un centímetro porque "Huaso" pasó las manos, pero rozó con el vientre y las patas posteriores y botó la vara.
Quedaba el tercer y último intento.
Volví a calcular las batidas y en el instante preciso nos elevamos... El momento más difícil fue la cúspide del salto.
Mis ojos estaban a cuatro metros de altura y tenía la sensación de caer en picada.
La más leve vacilación en mí, "Huaso" la habría sentido, habría dejado sus patas atrás y hubiéramos rodado juntos, pero pasamos. Fue un momento eterno.
Tras el salto "No escuché un solo grito del público y pensé que algo había salido mal, aunque no sentí caer las varas”, así es lo que sintió.
Algarabía incontenible
Pero no, cuando el animal inició el vuelo, nadie respiraba y cuando sus patas delanteras tocaron el suelo, fue un completo griterío.
La gente gritaba, gente lloraba, se acercaron a “Huaso” para arrancarle crines como recuerdo.
La banda del Ejército empezó a tocar el himno nacional,apenas el caballo tocó el suelo.
Oficialización de la Hazaña
La marca fue homologada por la comisión de récords de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) el 28 de mayo de 1949.
Cuando se cumplieron veinticinco años del récord mundial, se le concedió «por gracia» el ascenso al grado de coronel mediante el decreto ley 309 de 1974.
En 1979, al conmemorarse treinta años, la periodista María Angélica de Luigi le preguntó si creía imposible que alguien lo batiera:
“No. Yo estoy convencido de que es posible. Sólo es necesario que se dé, como se me dio a mí, esa armonía perfecta de caballo y jinete, de equilibrio y velocidad, y que haya otro hombre dispuesto a lanzar su corazón por encima del obstáculo e irlo a buscar, sin vacilaciones, al otro lado.”
El Caballo Huaso
El caballo “Huaso” (ex “Faithful”), sin lugar a dudas es el caballo más conocido del deporte ecuestre chileno. Nacido en septiembre de 1933 y fallecido el 24 de agosto de 1961, a la edad de 28 años.
Nacido en Chile en 1933,“Huaso” era un caballo colorado purasangre de 1,68 metros altura, perteneciente a el criadero "Las Mañanas".
Fue bautizado como “Faithful” y fue hijo de “Henry Lee” y “Trémula”, para entonces reconocidos caballos de carreras.
De "Faithful" se esperaba el mismo desempeño de los padres, pero los dueños encontraron que era un caballo sin mucha proyección en las carreras en el hipódromo.
De los caballos de aquel año la gran mayoría habían ganado premios, mientras “Huaso” no tenía ni una sola carrera ganada en el cuerpo, por lo tanto, su venta se precipitó.
“Huaso” fue vendido a un club de polo, pero fue regresado rápidamente al ver que el potro no soportaba el duro entrenamiento y el golpe de los tacos.
El animal fue comprado por el Ejército de Chile y fue iniciado por el capitán Gaspar Lueje en adiestramiento, con regulares resultados.
A poco andar, un accidente - se enterró un fierro en una de sus nalgas- provocó su retiro inmediato de esta disciplina y casi fue ordenado su sacrificio.
Tras ese hecho, el capitán Alberto Larraguibel Morales se cruzó en su camino, primero redirigiéndolo a la disciplina de salto y luego cambiándole el nombre de “Faithful” a “Huaso”.
Al principio de su entrenamiento tampoco era un caballo fácil y menos dócil, ante lo cual no fue tomado muy en cuenta en el equipo institucional y le costaba mucho saltar en los recorridos. La principal dificultad la tenía en las agrupaciones.
El capitán Larraguibel decidió entrenarlo en salto alto, a sugerencia de su maestro el Mayor Rafael Monti Roa.
Camino a la Gloria
En 1948 Alberto Larraguibel, con “Huaso”, bate el récord sudamericano de 2,37 metros de altura.
En 1949 concursaban dos binomios por el récord mundial. Fueron el capitán Alberto Larraguibel y “Huaso”, y el teniente Ernesto Riquelme y su caballo “Chileno”, pero estos se desplomaron sobre un salto dejando la pasada a “Huaso” y Alberto Larraguibel.
Después del Record
Después de batir el récord mundial de salto alto, “Huaso” continuó su vida competitiva, incluso viajó a Europa y a su regreso siguió participando en la alta competencia.
Posteriormente pasó a un merecido descanso en la Escuela de Caballería del Ejército en Quillota (actual Escuela de Equitación), donde tendría el derecho de pasearse por los prados y jardines sin que nadie lo montara hasta el día de su muerte, el 24 de agosto de 1961, a los 28 años.
Actualmente sus restos descansan en la misma Escuela de Equitación del Ejército en Quillota.
Su hazaña no ha sido superada, manteniendo el récord mundial de salto alto en equitación a pesar de reiterados intentos.
Cuenta su hija Sylvia con una sonrisa pícara que una vez que el binomio habían ganado una competencia, su padre ordenó en el casino una botella de whisky para él y un balde de cerveza para "Huaso" que le gustó, brindaron juntos y se dieron un particular festejo.
"Huaso" al ser mandado a retiro, vivió a todo campo en los potreros del Ejército en Quillota comiendo pasto a su gusto y disfrutando su vejez con los mejores cuidados hasta su fallecimiento.
Homenajes La Escuela de Equitación del Ejército de Chile, ubicada en Quillota, donde se encuentra una copia de la valla del histórico salto de 1949, y el estadio municipal de Angol llevan su nombre.
El 7 de diciembre de 1987, fue nombrado «hijo ilustre» de su ciudad natal.
El 5 de febrero de 1999, Correos de Chile emitió un sello postal conmemorativo por el cincuentenario del salto.
En una plazoleta de la comuna de La Florida, en la esquina de las avenidas Américo Vespucio con Departamental, se levantó una réplica del obstáculo de 2,47 metros de altura.
Posteriormente, por medio de la ley 1941 de 1995, se autorizó la erección de dos monumentos para honrarlo: uno en Angol y otro en Viña del Mar.
El 14 de diciembre de 2007, se inauguró el monumento «Capitán de Ejército Alberto Larraguibel», ubicado en la Avenida Jorge Montt, en el paseo costero de Las Salinas, justo enfrente de donde se encontraba antiguamente el Regimiento de Caballería № 4 «Coraceros».
La figura fue obra de Francisco Javier Torres y tuvo un coste de 85 millones de pesos; es de bronce, mide 4,2 metros de altura y pesa cerca de cuatro toneladas.
Está compuesta de tres secciones: la base -con alegorías de la Fuerza y la Victoria sosteniendo al caballo-; el caballo Huaso, y el jinete Alberto Larraguibel.
En 2013 el motor de búsqueda Google conmemoró el 64.º aniversario del salto con un doodle en su página principal.
Revista Chilena.com
Capitán Alberto Larraguibel
y su caballo huaso Fueron protagonista de una hazaña nunca más superada que es el salto más alto realizado por un jinete y un caballo que mantiene a Chile en el libro de los honores.