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Alonso de Ercilla y Zuñiga









Sin duda alguna, que la llegada don Alonso de Ercilla y Zúñiga fue la mejor  providencia que le pudo ocurrir a Chile en la época de la conquista.

Gracias a él, nuestro país tuvo quizás, la única obra épica que no tuvieron la dicha otros países, incluso europeos y que nos dio una historia, un fundamento y una pauta como  país para formar una futura república, con una riqueza cultural, de tradiciones, de leyendas, que no todos los países pueden ostentar ni menos  cimentar como nación.

Don Alonso de Ercilla es conocido por nosotros por ser quien relató la conquista de Chile en su célebre poema épico “La Araucana”.

Pero no podemos hablar de su obra si no conocemos primero bien a su autor.

Don Alonso de Ercilla y Zúñiga nació en Madrid, España, en un 7 de agosto de 1533. 
Era de origen noble, cuya infancia transcurrió en la corte del Rey Carlos V y su madre fue dama consorte de la Emperatriz Isabel de Portugal.

El señor Ercilla sirvió como paje del príncipe Felipe obteniendo con él una alta educación que incluyó una  sólida formación renacentista, el aprendizaje del latín, francés, italiano y alemán.

En 1555, a sus 21 años partió a Chile desde Londres.

En 1556, don Alonso llega al Perú y acompaña a García Hurtado de Mendoza, quien fuera recién nombrado gobernador y capitán general de Chile, debido a que se había sublevado el pueblo araucano.

En 1557 Estuvo en Chile diecisiete (17) meses, entre 1557-1559 y conoció a don Francisco Pérez de Valenzuela. otro conquistador español que llegó a Chile.


Bosquejo de sus Poemas

Tras la sublevación del pueblo araucano, don Alonso de Ercilla participa en diversos enfrentamientos bélicos como: Las batallas de Lagunillas (8 de Noviembre de 1557), Millarapue (30 de Noviembre de 1557) y Quiapo (13 de Diciembre de 1558) siendo testigo de la muerte de Caupolicán, protagonista de su poema.

Allí, en medio del fuego, pólvora, espadas, lanzas, flechas y gritos, don Alonso de Ercilla fue protagonista de las reyertas milicianas en el mismo campo de batalla y como testigo, empezó a gestar y a documentar su obra maestra,  la  epopeya de la La Conquista de Chile.

Esta, su experiencia, la transformó en el poema épico más importante, no solo de habla hispana, sino también reconocida mundialmente por otras lenguas titulado “La Araucana”,

Debido a que carecía de papel y lápiz, el poeta Ercilla utilizó trozos de cueros, pedazos de cartas, cortezas de árboles y cuanto material pudo encontrar para escribir su obra.

En ese entonces su vida oscilaba entre los 21 y 29 años de edad.

Don Alonso Ercilla utiliza la palabra "araucano" como gentilicio de la palabra en mapudungun "Rauko" (tierra gredosa).


Ercilla es condenado a muerte

En marzo de 1558 el Gobernador don García Hurtado de Mendoza fundó la ciudad de Osorno y en medio de una fiesta en que participaban sus vecinos, salió por una puerta falsa de su casa cubriendo el rostro con un casco de visera cerrado acompañado de Alonso de Ercilla y Pedro Olmos de Aguilera.

De improviso se incorpora Juan de Pineda de Mendoza, quien estaba enemistado con el poeta Ercilla por rencillas anteriores y en un momento ambos sacaron sus espadas produciéndose un confuso incidente.

Don García Hurtado se percató de la situación y arremetió contra el más exaltado, que era Alonso de Ercilla y lo derribó con un golpe de maza.

Malherido, Alonso de Ercilla corrió a una iglesia y buscó asilo.

El gobernador mandó al Coronel Luis Toledo y sus guardias a encarcelar y degollar a ambos contendientes al día siguiente.

La vecindad y muchas personas influyentes, considerando injusta la condena, trataron de persuadir al gobernador, pero los preparativos para la ejecución prosiguieron y la esperanza de salvarlos estaba perdida.

Entonces dos mujeres, una española y otra india, se acercaron a la casa de don García Hurtado, se introdujeron por la ventana y por medio de súplicas lograron conmover el duro corazón del gobernador, quien perdonó la vida a los sentenciados.

Alonso de Ercilla siguió preso tres meses más y luego fue desterrado al Perú.
Así don Alonso en su poema épico "La Araucana" respecto de este serio incidente escribió:

                                      "Ni digo cómo al fin por accidente
                                       del mozo capitán acelerado
                                       fui sacado injustamente
                                       a la plaza a ser públicamente degollado;
                                       ni la larga prisión impertinente
                                       donde estuve tan sin culpa molestado
                                       ni mil otras miserias de otra suerte,
                                       de comportar más grave que la muerte".


Su partida de Chile

En 1552 don Alonso de Ercilla vuelve a Lima con un frio recibimiento por parte del virrey y escribe un memorial a Rey Felipe II exponiéndole la situación.
En su viaje de vuelta a España, el señor Ercilla llega Panamá donde también participa en algunas batallas antes de regresar a España en 1563.


Publicación de La Araucana

Seis años después de haber vuelto a España, en 1569, el poeta Ercilla publica la primera parte de su magnificente obra, “La Araucana” dedicada a Felipe II.

En 1570 contrajo matrimonio con doña María de Bazán, la cual aportó como dote más de ocho millones de maravedíes.

Instalado en Madrid, vivió, según se dice, una existencia feliz y exenta de preocupaciones materiales que le permitió terminar las partes segunda en 1578 y tercera en 1589 de su poema.


Crítica Nacionalista a su Obra

Su obra también fue fuertemente criticada, no por su construcción poética, sino porque los españoles consideraron que "La Araucana" reconocía y adulaba más la valentía de los araucanos que la de los propios españoles, tanto que parecía estar más de lado de ellos.

Esto le trajo varios problemas al poeta.


Réplica con "Arauco Domado"

Hay certeza de que el gobernador García Hurtado de Mendoza, no estando satisfecho con la caracterización que hizo Ercilla en La Araucana, encargó a Pedro de Oña la composición de "Arauco Domado".

Esta obra es una retórica que hace del pueblo mapuche, cuyo título denota una construcción forzada de una grandiosa victoria sobre un pueblo caracterizado como temible y salvaje en contraposición con las huestes españolas sufrientes y abnegadas con tal de lograr su dominación.


La Araucana de impone

Pero tal era el grado de perfección de la construcción poética, escrita en "octavas reales". y que contara un relato inédito, donde no solo fue testigo sino protagonista valeroso, que terminó imponiéndose la magnificencia de su obra.

Fue nombrado gentilhombre de la corte y caballero de Santiago en la villa de Uclés, tras lo cual participó en diversas acciones diplomáticas.


Fallecimiento de Ercilla

En 1594 fallece en Madrid a los 61 años.

Sus restos reposan en el Convento de San José situado en la ciudad de Ocaña en Toledo.

El convento se halla habitado por Carmelitas Descalzas.

Sus restos estuvieron varios siglos bajo el altar en una cripta donde se enterraban las propias monjas, pero fueron trasladados a la iglesia anexa al monasterio para que pudiesen ser visitados con más facilidad.


Acerca de "La Araucana"

Es un poema épico, de exaltación militar, compuesto de 37 cantos.

Allí narra los hechos más significativos de la Guerra de Arauco entre españoles contra del pueblo Mapuche a quienes los españoles denominaban araucanos.

El hecho más destacable es que esta Obra es vivencial, la empezó a escribir mientras participaba en las campañas militares y por lo tanto es testigo presencial de todos los hechos que señala y es la prueba palpable de donde se cimenta la Historia de Chile.


Miguel de Cervantes

La consideró como una de las mejores obras épicas en verso castellano que haya producido España y la salva novelísticamente del fuego a que fue sometida la biblioteca de don Quijote.

Marcelino Menéndez Pelayo

señaló;
"No hay literatura en el mundo que tenga tan noble principio como la de Chile, la cual empieza nada menos que con La Araucana obra de ingenio español, ciertamente, pero tan ligada con el suelo que su autor pisó como conquistador, y con las gentes que allí venció, admiró y compadeció a un tiempo, que sería grave omisión dejar de saludar de paso la grave figura de Ercilla".


Memoriales a Ercilla:

- Monumento a Ercilla en Santiago ubicado en Avenida Blanco Encalada con Ejercito.
Monumento a la Araucanía siendo Alonso de Ercilla como unos de los cinco     personajes más importantes, Temuco, Chile.








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Estatua de Alonso de Ercilla en Avenida Blanco Encalada con Ejercito
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Paseo Peatonal Alonso de Ercilla