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Domingo Faustino Sarmiento












Domingo Faustino Sarmiento  fue un político, escritor, docente, periodista, militar y estadista argentino que vivió largamente en Chile.

Fue gobernador de la
provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional por su provincia entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879.
Considerado como un gran prosista castellano colaborador tanto en la educación pública como en el progreso científico de su país.

Nota:
Por su extenso y variado currículum al llegar a ser presidente de la hermana república federal de Argentina, en esta publicación nos centraremos principalmente a su relación y varios exilios en Chile, y algunos aspectos personales y políticos que vivió en y sirvió para su país.

Domingo Faustino Sarmiento nació en San Juan, 15 de febrero de 1811 y fallece exiliado en Asunción, 11 de septiembre de 1888 a la edad de 77 años.
Hijo de
José Clemente Cecilio Quiroga Sarmiento y Paula Zoila Albarracín Irrazábal.

Vivió su infancia en el humilde
barrio Carrascal, de San Juan.

Estudiante Autodidacta

En 1816 ingresa a la «Escuelas de la Patria», del gobierno de la Revolución hasta 1821 por no contar con dinero ni con familiares influyentes para continuar sus estudios convirtiéndose en un autodidacta.
Un amigo ingeniero lo ayudó con las matemáticas, su tío José de Oro lo ayudó con el Latín y Teología, el francés lo estudió solo.

En
1823 trabajó como asistente en la Oficina de Topografía de San Juan.

En
1825 su tío Fray José de Oro fue desterrado a San Francisco del Monte, provincia de San Luis, y Domingo Faustino lo acompañó donde fundaron una escuela, siendo el primer contacto de Sarmiento con la educación.​

Exilios

En 1827 Domingo Faustino fue reclutado en el ejército federal realizando tareas que lo incomodaban razón que presenta un reclamo al gobernador Manuel Quiroga para ser tratado con equidad, pero fue tomado como desacato, enviado a prisión decidiendo abrazar la causa unitaria en el ejército de José María Paz.

Su llegada a Chile

En 1831 tras la victoria federal en su provincia se vio obligado a emigrar a Chile, donde trabajó como profesor en una escuela de la provincia de Los Andes, inició una relación con su alumna María Jesús del Canto, con quien nunca se casó teniendo una hija Ana Faustina Sarmiento, quien más tarde fue la madre de Augusto y Eugenia Belín.
En
1836 trabaja como minero y contrae la fiebre tifoidea y a pedido de su familia, el gobernador de San Juan, Nazario Benavídez, le permite volver a la Argentina.

Regreso a la Argentina

En su ciudad natal, formó parte de la Sociedad Dramática Filarmónica, funda la Sociedad Literaria (1838), filial de la Asociación de Mayo; comenzando a participar de actividades artísticas de la Generación de 1837 retoma la actividad política de quienes se oponían a Juan Manuel de Rosas, entonces gobernador de Buenos Aires y encargado de las Relaciones Exteriores de Argentina.

En
1839 funda el Colegio de Pensionistas de Santa Rosa, un instituto para señoritas, y crea el periódico El Zonda, donde dirigió duras críticas al gobierno  razón que es apresado y nuevamente obligado a exiliarse hacia Chile.

Retorno a Chile y su labor docente

Allí se dedicó a la actividad cultural escribiendo para los periódicos El Mercurio, El Heraldo Nacional y El Nacional; y funda El Progreso.

En
1842 en Chile es designado por el entonces Ministro de Instrucción Pública, Manuel Montt Torres, para dirigir la Escuela Normal de Preceptores, la primera institución latinoamericana especializada en preparar maestros.

Impulsó el romanticismo, llegando a polemizar con
Andrés Bello.

Su labor como pedagogo fue reconocida por la
Universidad de Chile, que lo nombró miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

En
1845 el presidente Manuel Montt le encomienda estudiar los sistemas educativos de Europa y Estados Unidos.

En
Francia se encuentra con José de San Martín que vivía su propio exilio.

De vuelta en
Chile, en 1848 se casó con doña Benita Agustina Martínez Pastoriza, viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo, y adoptó al hijo de estos, Domingo Fidel (Dominguito) instalándose en el barrio Yungay de Santiago.

Durante un año se dedicó de lleno a escribir lo observado en sus viajes por
Europa, África y América y sobre Educación popular, donde transcribió su proyecto de educación pública, gratuita y laica.

En
1851 se separa de su esposa Benita y regresa a la Argentina, para unirse al Ejército Grande del general Justo José de Urquiza.


«Dominguito»

El joven Domingo Fidel Sarmiento, conocido como «Dominguito», hijo de Domingo Castro y Calvo y Benita Martínez Pastoriza, nació en Chile en 1845 fue adoptado en 1848 tras casarse con su madre viuda.

Ya adulto
Dominguito se alista en el ejército argentino llegando al grado de capitán siendo herido de muerte en septiembre de 1866, durante la batalla de Curupayty mientras Sarmiento era ministro plenipotenciario de la Argentina en Estados Unidos, noticia que lo sumió en una profunda depresión, renuncia a su cargo diplomático y regresa a Buenos Aires.

Carrera política


En
1851 Sarmiento por discusiones políticas se ve obligado a volver a Chile por a pesar de ser uno de los padres de la Constitución Argentina de 1853/60.

En
Chile fue miembro​ de la logia masónica Unión Fraternal de la Ciudad de Valparaíso.

En
1855 regresa a la Argentina, siendo redactor del diario El Nacional, actuó como miembro consultivo de la provincia de Buenos Aires y al año siguiente fue elegido concejal municipal de Buenos Aires.

En
1857 y 1860 es elegido senador mientras se desempeñaba como jefe del Departamento de Escuelas.

En
1860 fue miembro de la Convención Constituyente y al asumir Bartolomé Mitre la gobernación de Buenos Aires lo nombra Ministro de Gobierno.

En
1862 es designado gobernador de San Juan apoyando la persecución de los federales locales que terminaron con el asesinato del caudillo riojano Chacho Peñaloza.

Ese año renuncia a la gobernación y es enviado en
misión diplomática a Chile, Perú y los Estados Unidos, donde escribió varios libros sobre política y educación rechazando los cargos de Senador Nacional por San Juan y de Ministro del Interior del presidente Mitre.


Gobernador de la provincia de San Juan

En 1862, Sarmiento arriba a San Juan como enviado del presidente Bartolomé Mitre encontrando la provincia empobrecida y dividida.
Allí ordena las finanzas, impulsar el modelo basado en la civilización y el progreso, logrando en solo dos años cambiar por completo la fisonomía de su provincia con numerosas obras públicas.

Luego creó una
Legislación que establecía la educación pública, gratuita y obligatoria, inaugurando nuevas escuelas primarias, colegio Preparatorio, la Quinta Normal (actualmente Escuela de Enología) y Escuela de Minas (actualmente Escuela Industrial).

En obras públicas incorporó alumbrado y empedrado público, apertura y ensanchamiento de calles, forestación, confección del plano topográfico de la provincia de
San Juan.

Fomentó la minería, leyes impositivas y en lo social la colonización y desarrollo agrícola con los inmigrantes.

Sin embargo, la lucha y la muerte del
caudillo Chacho Peñaloza impidieron el logro total de sus proyectos y por falta de apoyo renunció al gobierno en 1864.


Presidencia de la Nación Argentina

Domingo Faustino Sarmiento fue propuesto por un grupo de políticos a iniciativa del coronel Lucio V. Mansilla mientras se encontraba en Los Estados Unidos.
Es elegido en
abril de 1868, asume el 12 de octubre de 1868 siendo un mandatario fundacional para el estado argentino con tres claros objetivos:

                                       “Nación, constitución y libertad”.

La nación:
entendida como la unión definitiva de las provincias argentinas como entidad superior a las partes que la componen.
La Constitución: como la base de los derechos de las personas y del poder.
La libertad: como principio del liberalismo para la “civilización” y relegó a la “barbarie”.

Educación y cultura

Sarmiento centró su esfuerzo en la educación la que había elaborado previamente en Chile por mandato de don Manuel Montt.

Bajo el ministerio de
Nicolás Avellaneda y la Ley de Subvenciones de 1871 garantizó los fondos para crear nuevas escuelas, compra de materiales y libros fundando unas 800 escuelas de primeras letras, alcanzando a un total de 1.816 elevando la población escolar de 30 a 110 mil alumnos trayendo además 65 docentes para escuelas normales y financiando una Escuela Sordomudos, que era privada.

Proyectos exitosos

Propicia la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), la fundación la Biblioteca Nacional de Maestros, realizó Exposición de Artes y Productos Nacionales, proyectos tomados como una locura y terminando con gran éxito.
Se promovieron
tejidos, curtiembres, fundiciones, tintorerías, y productos agropecuarios; todos de distintas regiones del país.
En la exposición
Sarmiento ostentó un traje de vicuña y recibe una medalla por introducir el mimbre en el país.

Promocionó
maquinaria agrícola e industrial para importar.

Inició la preocupación por las
ciencias básicas surgiendo la Academia de Ciencias de Córdoba dirigida por el botánico alemán Germán Burmeister y el Observatorio Nacional de Córdoba, dirigido por el astrónomo norteamericano Benjamín Gould.

En la
Universidad Nacional de Córdoba se creó la Facultad de Ciencias Exactas, Física y Naturales, que dictaba la carrera de ingeniería.
Creó las cátedras de mineralogía en los Colegios de Catamarca y San Juan, que se convertirían en 1876 en la Escuela de Ingenieros de San Juan.

Población, epidemia y sanidad

En 1869 Sarmiento realiza el primer censo nacional, resultando una población de 1.836.490 habitantes siendo 8 % inmigrantes europeos, el 70 % era población rural, y el 71 % era analfabeta.​

Además llegaron
280.000 personas principalmente a Buenos Aires y a colonias agrícolas generando problemas de vivienda, higiene y consecuente epidemia de fiebre amarilla que causó la muerte en unas 14.000 personas obligando incluso al mismo gobierno huir de la ciudad, a crear el Cementerio de la Chacarita y se crearon las primeras redes de aguas corrientes y de cloacas de la ciudad.​

Transportes, Ferrocarril Trasandino, comunicaciones, telégrafo

Como presidente de Argentina, su principal objetivo fue la construcción del ferrocarril trasandino, que uniera Argentina desde el océano Atlántico con el Pacífico en Chile.

Se tendieron
5.000 km de líneas telegráficas y en agosto de 1874, inaugura la primera comunicación telegráfica con Europa convirtiendo a todos los pueblos en «una familia sola y un barrio», según sus palabras.

Atentado

El 22 de agosto de 1873, Sarmiento sufre un atentado en el coche que viajaba y  que no escuchó porque ya padecía una profunda sordera.
Los autores fueron los hermanos
Francisco y Pedro Guerri, dos anarquistas italianos que declararon haber sido contratados por hombres de López Jordán.

Relaciones con Chile y la Patagonia

En 1874 se centraron sobre los derechos de la Patagonia en un arbitraje del rey de Inglaterra solucionaría los diferendos entre ambos países.

Cargos posteriores

En 1874 su mandato presidencial Domingo Faustino Sarmiento lo traspasa a Nicolás Avellaneda. 
En
1875, asume como senador nacional por su provincia hasta 1879 que asume como ministro de Interior de Nicolás Avellaneda.
Luego ocupa el cargo de
Superintendente de Escuelas en el gobierno de Julio Argentino Roca, pero diferencias con Avellaneda y el propio Roca renuncia.
En
1885, fundó en Buenos Aires, el diario El Censor.

Fallecimiento


En
1887 Sarmiento viaja a Asunción del Paraguay regresando a Buenos Aires ya anciano, deteriorado por su sordera, una insuficiencia cardiovascular y bronquial, pero los médicos le aconsejaron alejarse de Buenos Aires y en 1888 nuevamente se embarca con su hija Faustina y sus nietos para Asunción, donde fallece el 11 de septiembre de 1888 a los 77 años y sus restos son inhumados en el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires diez días después.
Ante su tumba,
Carlos Pellegrini sintetizó: “Fue el cerebro más poderoso que haya producido la América".


Obras


Literatura

Es considerado como uno de los grandes prosistas argentinos siendo para Ezequiel Martínez Estrada una de sus fuentes de inspiración y lo elogió  llamando el más grande prosista del habla.​

Miguel de Unamuno lo consideró, en referencia al siglo XIX, como el escritor en lengua castellana más hondamente castizo que hemos tenido en el siglo pasado.

Pedro Henríquez Ureña describió los dotes de Sarmiento como escritor:
[...] tenía el ímpetu romántico pleno, la energía de la imaginación y el apasionado torrente de palabras, junto con viva percepción de los hechos y rápido fluir de pensamiento.
Pero con todos esos dones no se resignaba a quedarse en mero escritor; sólo pensaba en servir a su patria
Argentina, a Chile, a toda la América española.

Jorge Luis Borges, aún señalando la existencia de incorrecciones en la prosa sarmientina, reconoció el carácter «eficacísimo» de su escritura:
No hay una de sus frases, examinada, que no sea corregible; cualquier hombre de letras puede señalar sus errores; las observaciones son lógicas, el texto original acaso no lo es; sin embargo ese incriminado texto es eficacísimo, aunque no sepamos por qué. [...] La virtud de la literatura de Sarmiento queda demostrada por su eficacia.

María Emma Carsuzán lo describió como «prejuiciosa suposición» las incorrecciones en la prosa de Sarmiento que algunos críticos suelen invocar, con énfasis en la abundancia de los galicismos y la ignorancia sobre los usos castizos.

Siendo estas algunas de sus obras habiendo muchas otras más.
Su biografía es aun más extensa que puede verla en otros medios.




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Domingo Faustino
Domingo Faustino
Yace enfermo en sus últimos días
Casa de Sarmiento en Buenos Aires
Casa de Sarmiento en Buenos Aires
Casa en Los Andes
Casa en Los Andes
Comuna de Calle Larga donde residió Sarmiento en la provincia de Los Andes.