Record Mundial
           de Salto Alto de Equitación
             Viña del Mar - Chile 1949












Es el salto más alto que se haya realizado en la historia de un caballo montado por un ser humano.

Huaso es el nombre del caballo fino inglés nacido en Chile por el año 1933 y que fallece el 24 de agosto de 1961 y su jinete el militar chileno capitán Alberto Larraguibel batieron el record mundial de salto alto de equitación el día 5 de febrero de 1949, en el marco de un concurso ecuestre internacional oficial celebrado en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar, Chile.

Allí logró la marca de 2,47 m (8 ft 1¼ in) de altura, quebrando la marca anterior de 2,44 m (8 ft 0 in), establecida por el jinete italiano Antonio Gutiérrez y el caballo «Ossopo» en 1938.


El Caballo Huaso

Nació en Chile en 1933.
Era un caballo alazán purasangre,​ de 1,68 metros altura, perteneciente al criadero «Las Mañanas».

Fue bautizado como «Faithful», hijo de «Henry Lee» y «Trémula», para entonces reconocidos caballos de carreras.

Fracaso como Caballo de Carreras

De «Faithful» se esperaba el mismo desempeño de los padres, pero los dueños encontraron que era un potro «despatarrado».
Para cuando los potros de aquel año ya estaban compitiendo y la gran mayoría ganando, «Huaso» no tenía una sola carrera ganada en el cuerpo.


Devolución de Huaso

Huaso fue vendido a un club de polo, pero fue regresado rápidamente al ver que el potro no soportaba el duro entrenamiento y el golpe de los tacos.


Adquisición y accidente en el Ejército

Luego, el animal fue comprado por el Ejército de Chile y fue iniciado por el capitán Gaspar Lueje en doma, pero en su debut tuvo un accidente; su retiro inmediato del adiestramiento fue enterrarse un fierro en las nalgas, por lo que casi fue sacrificado.


Cambio de nombre

Fue el capitán Alberto Larraguibel Morales quien en 1947 redirigió su actividad hacia los saltos ecuestres.

Fue en esta época cuando se le cambia el nombre de «Faithful» a «Huaso».

Al principio, Huaso no era un animal al cual le tomaran mucha cuenta, puesto que saltaba mal en circuitos.


Inicios en el Salto Alto

Fue entonces que el capitán Larraguibel decidió entrenarlo en salto alto iniciando un proceso diario y constante y al año siguiente obtienen importantes logros, como el récord sudamericano que batió en las canchas del Regimiento de Caballería № 4 «Coraceros» de Viña del Mar el 1 de febrero de 1948 con 2,47 m.

Experiencia de Larraguibel

Entre 1949 y 1950, cuando ya era campeón de equitación y plusmarquista, fue nombrado adjunto de la embajada chilena en Francia, donde ingresó como «observador» a la Escuela de equitación de Fontainebleau y a la Escuela de adiestramiento de Saumur.

Más tarde fue incluido en el equipo de Francia, junto con «los cuatro mejores jinetes de ese país», que ganó el Concurso Oficial Internacional de Argelia.

Después integró el equipo chileno durante una gira por Europa y América del Sur, donde compitió en Roma, Lucerna, Madrid, Lisboa y Río de Janeiro.

Juegos Panamericanos en Buenos Aires


Formó parte del equipo representativo de Chile en los Juegos Panamericanos de 1951 en Buenos Aires, donde se adjudicó dos medallas de oro en el concurso de salto alto, Premio de las Naciones: una individual montando a Julepe y otra por equipos junto con los oficiales de Ejército Ricardo Echeverría y Joaquín Larraín, y de Carabineros César Mendoza.

Juegos Olímpicos de Helsinki

Al año siguiente, los jinetes chilenos se prepararon para disputar los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 participando en competiciones en Europa, donde «lograron formidables actuaciones en Niza, Roma, Madrid, Düsseldorf y Hamburgo».

Sin embargo, Larraguibel no pudo integrar el equipo de salto en las Olimpiadas debido a un accidente que sufrió en Niza-pese a su ausencia, el equipo de Chile, integrado por los oficiales de Carabineros Óscar Cristi, César Mendoza y por el capitán de Ejército Ricardo Echeverría, obtuvo dos medallas de plata en las pruebas de salto individual y por equipos.

Otras presentaciones

Más tarde, se adjudicó diez medallas de oro en pruebas de saltos y adiestramiento en Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos, México y Venezuela, «siendo uno de los mejores montados para recorridos de Grandes Copas».

Posteriormente, continuó ligado a la actividad ecuestre organizando concursos oficiales de la especialidad.

En 1951 el Círculo de Cronistas Deportivos de Chile lo nominó como el mejor deportista de equitación.

Marca mundial

En el jardín de saltos del Regimiento de Caballería № 4 «Coraceros» de Viña del Mar a las 18:04 horas del 5 de febrero de 1949, el entonces capitán Alberto Larraguibel y su caballo Huaso superaron los 2,47 metros de altura.


La marca anterior

La marca anterior, de esta prueba fue de 2,44 metros, en manos del jinete italiano Antonio Gutierrez con su caballo Osoppo, establecida en Roma el 27 de octubre de 1938.

Asistentes

El público sumaba más de cinco mil personas, entre las que se contaban el presidente de la República Gabriel González Videla, seis jueces internacionales y la tripulación del buque escuela francés Jeanne d'Arc.

El Concurso

Esta prueba estaba inserta en el programa del Concurso Hípico Internacional, donde participaban los equipos de salto de Bolivia, Chile y Colombia.

En la final, estaban los binomios del capitán Alberto Larraguibel y Huaso y el del teniente Luis Riquelme y su caballo Chileno.


Intento de Riquelme

En 1949 concursaban dos binomios por el récord mundial: 
Fueron el capitán Larraguibel y su caballo «Huaso», y el teniente Riquelme y su caballo «Chileno», pero estos se desplomaron sobre un salto dejando la pasada a Huaso y Alberto Larraguibel.


El récord mundial de salto alto


Al primer intento de pasar el salto, el caballo rehusó, negándose a pasar las varas;

al segundo intento, Huaso pasó las manos, pero rozó con el vientre botando una de las varas.

En el tercer y último intento, la gente presente ese día, cuando el binomio estaba en su último intento, era un silencio palpable.

Cuando el binomio inició el vuelo, nadie respiraba, y cuando sus patas delanteras tocaron el suelo, fue un completo griterío.

La gente gritaba, lloraba, inclusive se acercaron a «Huaso» para arrancarle crines como recuerdo.

La banda del ejército empezó a tocar el himno nacional, apenas el caballo tocó el suelo.

Destino Final de Huaso

Después de batir el récord mundial de salto alto, Huaso pasó a un merecido descanso en la Escuela de Caballería del Ejército en Quillota (actual Escuela de Equitación).

Allí se le concedió el derecho de pasearse por los prados y jardines sin que nadie más lo montara hasta el día de su muerte, el 24 de agosto de 1961, a los 28 años.

Su tumba

Actualmente sus restos descansan en la misma Escuela de Equitación del Ejército en Quillota, donde se levantó un monumento.


Después del récord


Se ha intentado reiteradas veces romper el récord de Huaso, pero hasta hoy nadie lo ha logrado.

Su hazaña no ha sido superada aún, manteniendo el récord mundial de salto alto en equitación.


Monumento

A fines de 2007 se instaló un monumento en su recuerdo ubicado en la avenida Jorge Montt de Viña del Mar, cercano al reloj de sol.

Libros

Existen libros que relatan la vida de Huaso, uno titulado Caballo Loco campeón del mundo, de Luis Alberto Tamayo, y otro Quique Hache y el caballo fantasma, de Sergio Gómez.
También está El jinete alado, del periodista e historiador quillotano Roberto Silva Bijit.





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