Gabriela Mistral, seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga. Nace en Vicuña, 7 de abril de 1889 y fallece en Nueva York el 10 de enero de 1957. Fue una poeta, diplomática y pedagoga chilena. De origen humilde, se desempeñó como profesora en diversas escuelas y se convirtió en una importante pensadora respecto al rol de la educación pública, llegó a participar en la reforma del sistema educacional mexicano. A partir de la década de 1920, tuvo una vida itinerante al desempeñarse como cónsul y representante en organismos internacionales en América y Europa. Como poeta, es una de las figuras más relevantes de la literatura chilena y latinoamericana. Entre sus obras destacan Desolación, Tala y Lagar. Por su trabajo poético, recibió el premio Nobel de Literatura en 1945, fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un Premio Nobel.
Origen y familia
Gabriela Mistral nació en Vicuña el 7 de abril de 1889, con el nombre de Lucila de María Godoy Alcayaga. En la actualidad, en la calle donde vio la luz, se creó en 1957 el museo que lleva su nombre. Toda su infancia la pasó en diversas localidades del valle de Elqui, en la actual Región de Coquimbo. A los diez días, sus padres se la llevaron desde Vicuña al cercano pueblo de La Unión actualmente llamado Pisco Elqui. Entre los tres y los nueve años, Mistral vivió en la pequeña localidad de Montegrande. Sería este lugar el que Mistral consideró su ciudad natal; la poeta se refería a él como su «amado pueblo» y fue allí donde pidió que le dieran sepultura. Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva, profesor de ascendencia diaguita, y de Petronila Alcayaga Rojas, de ascendencia vasca. Sus abuelos paternos, oriundos de la actual región de Antofagasta, fueron Gregorio Godoy e Isabel Villanueva; y los maternos, Francisco Alcayaga Barraza y Lucía Rojas Miranda, descendientes de familias propietarias de tierras del valle de Elqui. Por el lado de su madre, Gabriela Mistral tuvo una media hermana mayor Emelina Molina Alcayaga, hija de Rosendo Molina Rojas, quien fue su primera maestra. Por el de su padre, habría tenido otro hermanastro, llamado Carlos Miguel Godoy Vallejos.
Abandono de su padre
Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía unos tres años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió. Cuenta que «revolviendo papeles», encontró unos versos «muy bonitos». «Esos versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética», escribió.
Formación docente
En 1904, comenzó a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de la Compañía Baja en La Serena y a enviar colaboraciones al diario serenense El Coquimbo,La Voz de Elqui de Vicuña. Desde 1908 fue maestra en La Cantera y después en Los Cerrillos camino a Ovalle. No estudió para maestra, ya que no tenía dinero para ello y quiso ingresar en una escuela normal de la que fue excluida por prejuicios religiosos.
Cuestionamientos a su carrera docente
En 1910, convalidó sus conocimientos ante la Escuela Normal № 1 de Santiago y obtuvo el título de «profesora de Estado», con casi 21 años de edad con lo que pudo ejercer la docencia en el secundario. Esto le costó la rivalidad de sus colegas, ya que ese título lo recibió mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia, sin haber concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile.
Traiguén
Lucila Godoy Alcayaga o Gabriela Mistral llegó a Traiguén en la Araucanía en octubre de 1910, con 21 años, a prestar servicio como profesora a instancias de la directora del Liceo de Niñas de Traiguén. Al respecto, escribió: “Fidelia Valdés me metió en la enseñanza secundaria, me llevó a Traiguén". En este pueblo desarrolló funciones como maestra interina de Labores, Dibujo, Higiene y Economía Doméstica hasta el primer semestre del año siguiente; sin embargo, el recibimiento no fue el esperado, pues sus colegas la cuestionaron -tal como ocurriría en los restantes establecimientos donde sirvió en Chile-, por carecer estudios sistemáticos en el Instituto Pedagógico.
Contacto con los Mapuches
Mistral dice en un escrito haber observado el problema de reparto y juicios de tierras indígenas y señaló que "éstos saben amar su tierra", fue el primer contacto con los mapuches. En Traiguén por once años dedicada a la enseñanza chilena en Antofagasta, Los Andes, Punta Arenas, Temuco y Santiago. Fue contratada por el gobierno de México para asentar las bases de su nuevo sistema educacional, modelo que se mantiene casi en su esencia, pues sólo se le han hecho reformas.
Inicios
Decreto del Ministerio de Educación que designa a Lucila Godoy directora del Liceo de Niñas de Punta Arenas en 1918.
Profesora en Traiguén
Los escritos realizados un mes antes de que llegara Lucila Godoy a Traiguén en octubre de 1910, son artículos de prensa donde aboga por la instrucción primaria obligatoria, con fuertes críticas al mundo político de esos años. La cuestión social marcaba la preocupación de los intelectuales de la época, además de los altos gastos efectuados para las obras y actividades de celebración del Centenario de Chile; un importante sector del bajo pueblo pasaba por problemas socioeconómicos y la joven Lucila Godoy no fue ajena a esas problemáticas. El diario El Colono de Traiguén del 1 de noviembre publicó el poema «Tristeza», resume el sentir del rechazo y, a su vez, la tragedia sentimental de su frustrada relación con Romelio Ureta, que se había suicidado el año anterior. Además, escribe el poema «Rimas», fechado en esa ciudad el 24 de octubre de 1910, donde manifiesta tristeza frente a la pérdida y la imposibilidad de una despedida. Estos versos son distintos a los publicados con el mismo título un año antes. El mismo año, Mistral comenzó a escribir sus famosos Sonetos de la muerte. “Ignoraba yo por aquellos años (1910-1911) lo que llaman los franceses el metier de côté, o sea, el oficio lateral; pero un buen día él saltó de mí misma, pues me puse a escribir prosa mala, y hasta pésima, saltando, casi en seguida, desde ella a la poesía, quien, por la sangre paterna, no era jugo ajeno a mi cuerpo. En el descubrimiento del segundo oficio había comenzado la fiesta de mi vida”. En este periodo de reflexión en Traiguén opta por la poesía como una de sus mayores realizaciones personales.
Casa que habitó Lucila Godoy en el barrio Huemul
El 12 de diciembre de 1914, obtuvo el primer premio en el concurso de literatura de los Juegos Florales, organizados por la FECh en Santiago, por sus Sonetos de la muerte. Desde entonces utilizó el seudónimo literario «Gabriela Mistral» en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el occitano Frédéric Mistral.
Selva Lírica
En 1917, Julio Molina Núñez y Juan Agustín Araya publicaron una de las más importantes antologías poéticas de Chile, "Selva lírica", donde Lucila Godoy que no aparece aun con su pseudónimo Gabriela Mistral en esta obra predijo la gloria de la poetiza que 28 años después . Esta publicación es una de las últimas en que utiliza su nombre verdadero.
Diversos cargos como Docente
Desempeñó el cargo de inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Además, fue considerada como destacada educadora, visitó México, Estados Unidos y Europa estudió las escuelas y métodos educativos de estos países. Fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico. Haber vivido desde Antofagasta, en el extremo norte, hasta el puerto de Punta Arenas, en el extremo sur, donde dirigió su primer liceo y estimuló la vida de la ciudad, la marcó y le dio una visión de experiencia de nuestro país como pocos. Su mentor y quien la trasladara a dicha ciudad austral para hacerse cargo del Liceo N°1 de Niñas, fue el gobernador del territorio de Magallanes, general Luis Alberto Contreras y Sotomayor. Su apego a Punta Arenas también se debió a su relación con Laura Rodig, que vivía en aquella ciudad. Pero la escritora de Elqui no soportaba el clima polar. Por eso, pidió un traslado, y en 1920 se mudó a Temuco, desde donde partió en ruta a Santiago al año siguiente.
Conoce a Pablo Neruda
Durante su estancia en la Araucanía, como directora del Liceo de Niñas de Temuco, conoció a un joven llamado Neftalí Reyes, quien se haría famoso como Pablo Neruda. El joven recordó así su encuentro: «ella me hizo leer los primeros grandes nombres de la literatura rusa que tanta influencia tuvieron sobre mí». Aspiraba a un nuevo desafío después de haber dirigido dos liceos de pésima calidad. Opositó y ganó el puesto prestigioso de directora del Liceo № 6 de Santiago, pero los profesores no la recibieron bien, reprochándole su falta de estudios profesionales.
Obra Desolación escrita en Los Andes
Desolación, considerada su primera obra maestra, apareció en Nueva York en 1922 publicada por el Instituto de Las Españas, a iniciativa de su director, Federico de Onís. La mayoría de los poemas que forman este libro los había escrito diez años atrás mientras residía en la localidad de Coquimbito en la ciudad de Los Andes, mientras fuera profesora en el Liceo Maximiliano Salas Marchant.
En México
El 23 de junio de 1922, en compañía de Laura Rodig, zarpó hacia México en el vapor Orcoma, invitada por el entonces ministro de Educación José Vasconcelos. Allí permaneció casi dos años, trabajando con los intelectuales más destacados del mundo hispanohablante. En 1923, en México se inauguró una estatua y se publicó su libro Lectura para mujeres. En Chile apareció la segunda edición de Desolación con una tirada de 20.000 ejemplares y apareció en España la antología Las mejores poesías, con prólogo de Manuel de Montoliú.
Situación política en Chile
Tras una gira por Estados Unidos y Europa, volvió a Chile, donde la situación política era tan tensa que se vio obligada a partir de nuevo, esta vez para servir en el viejo continente como secretaria de una de las secciones de la Liga de Naciones en 1926; el mismo año ocupó la secretaría del Instituto de Cooperación Internacional, de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra. En 1924, publicó en Madrid Ternura, libro en el que practicó una novedosa «poesía escolar», renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil, por ejemplo: canciones de cuna, rondas, y arrullos, desde una poética austera y muy depurada.
Fallece su madre
Petronila Alcayaga, su madre, murió en 1929, por lo cual le dedicó la primera parte de su libro Tala. Gabriela Mistral con el muralista colombiano Santiago Martínez Delgado, en 1930. Su vida fue, en adelante, una continuación de la errantía incansable que conoció en Chile, sin un puesto fijo en que utilizar su talento. Prefirió, entonces, vivir entre América y Europa.
Tour por Centro América y el caribe
Así, viajó a Puerto Rico en 1931, como parte de un tour del Caribe y de América del Sur. En esta gira la nombra «Benemérita del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional» en Nicaragua el general Augusto Sandino, a quien había dado su apoyo en numerosos escritos. Además, dio discursos en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, en Santo Domingo, en Cuba, y en todos los otros países de América Central. A partir de 1933, y durante veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades de Europa y América.
Fallecimiento de Yin Yin
En 1943, a los 18 años, se suicida Yin Yin,Juan Miguel Godoy Mendoza,su sobrino según la documentación oficial. Hay discrepancias que cuando se encontraba muy disminuida en sus días finales, le habría confesado a Doris Dana, que era su hijo carnal, y al que, a su amiga y confidente Palma Guillén,lo había adoptado con el que vivía por los menos desde que este tenía cuatro años.
Traducciones
Su poesía fue traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, y ha resultado muy influyente en la obra de muchos latinoamericanos, como Pablo Neruda y Octavio Paz.
Premio Nobel
La noticia de que había ganado el Premio Nobel de Literatura la recibió en 1945 en Petrópolis, la ciudad Brasil, donde desempeñaba como cónsul desde 1941. La motivación para entregarle esta distinción fue «su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano». Recibió el Premio Nobel, que otorga la Academia Sueca, el 10 de diciembre de 1945, en un discurso en que manifestó: «Por una venturanza que me sobrepasa, soy en este momento la voz directa de los poetas de mi raza y la indirecta de las muy nobles lenguas española y portuguesa. Ambas se alegran de haber sido invitadas al convivio de la vida nórdica, toda ella asistida por su folklore y su poesía milenarias».
En Nueva York
Gabriela Mistral fue nombrada cónsul en Nueva York en 1953, cargo por el que consiguió estar junto a la escritora y bachiller estadounidense Doris Dana, a quien había conocido en 1946 y quien fue receptora, portavoz y albacea oficial. En 1954, fue recibida con honores tras la invitación del gobierno de Chile encabezado por Carlos Ibáñez del Campo. A finales de ese año regresó a Estados Unidos por cuarta vez, entonces como cónsul en Los Ángeles y, con el dinero ganado con el premio, se compró una casa en Santa Bárbara. Allí, al año siguiente, escribió gran parte de Lagar, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, que sería publicado en Chile en 1954.
Fallecimiento de Gabriela
Mistral tenía diabetes y problemas cardíacos. Murió en el Hospital de Hempstead en Nueva York a causa de un cáncer de páncreas, el 10 de enero de 1957, a los 67 años, estando Doris Dana. Sus restos llegaron a Chile el 19 de enero de 1957 y fueron velados en la Casa Central de la Universidad de Chile donde permanecieron hasta el 21 de enero. En esa ocasión la acompañó Doris Dana, a quien la prensa nacional identificaba como «la secretaria de Mistral», y que pisaba tierra chilena por primera y última vez. En Santiago, que había declarado día festivo, la esperaban las autoridades de la capital, mientras su auto descubierto era escoltado por patrullas de carabineros seguidas de huasos a caballo y escolares destacados de diferentes colegios portando banderas. En su trayecto, pasó por un arco de triunfo hecho con flores frescas en la Alameda con España ―«El buen sembrador siembra cantando», se leía en él―; la gente le lanzaba flores. En la tarde, fue recibida en La Moneda por el presidente Ibáñez y al día siguiente, se la honró con el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Chile. Finalmente sus restos fueron sepultados en Montegrande, como era su deseo.
Doris Dana su albacea
En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida relación y de quien no se separaría hasta su muerte. Doris Dana asistió en Chile al funeral de Gabriela y volvió a Estados Unidos, «país sin nombre», según ella. Nueva York era demasiado fría Gabriela vendieron su propiedad en California comprando una casa a nombre de las dos en Long Island, en la mansión de la familia de Doris Dana y se instaló en las afueras de New York diciéndole: «Pero si tú no quieres dejar tu casa, cómprame, repito, un calentador y quedamos aquí», le escribió en 1954. Doris Dana, consciente de que la existencia de Mistral era finita, comenzó un minucioso registro de cada conversación que tenía con la poeta. Además, acumuló 250 cartas y miles de ensayos literarios, que constituyen el más importante legado mistraliano y que fue donado por su sobrina Doris Atkinson después de su muerte, en noviembre de 2006.
Homenajes póstumos y legado
La ciudad de Santiago a Gabriela Mistral, mural en cerámica de Fernando Daza, ubicado en las faldas del costado sur del Cerro Santa Lucía, creado en 1971 y restaurado en 1997. Doris Dana permaneció como albacea de la obra de Mistral y evitó enviarla a Chile hasta que no se reconociera a la poeta como correspondía a su estatura mundial. Incluso se le llegó a extender una invitación de parte del gobierno del presidente Ricardo Lagos Escobar, cosa que ella declinó. En su testamento, estipuló que el dinero producido por la venta de sus libros en América del Sur debía destinarse a los niños pobres de Montegrande, donde pasó sus mejores años de infancia, y el de la venta en otras partes del mundo a Doris Dana y Palma Guillén, quien renunció a esa herencia en beneficio de los niños pobres de Chile.
Decreto de impedimento hereditario
Esta petición de la poeta no se había podido realizar debido al decreto 2160, que derivaba los fondos a editoriales e intelectuales. Este decreto fue derogado y los ingresos producto de su obra llegan a los niños de Montegrande en el valle del Elqui.
Sobrina de Doris Dana
La sobrina de Doris Dana, Doris Atkinson, donó al Gobierno chileno el legado literario de Mistral ―más de 40.000 documentos, custodiados en los archivos de la Biblioteca Nacional de Chile, incluidas las 250 cartas escogidas por Zegers para su publicación―.
Deseo cumplido
Una vez mencionó que le gustaría que bautizaran un cerro de Montegrande en su honor y lo consiguió el 7 de abril de 1991, en el que hubiera sido su 102.° cumpleaños, el ex cerro Fraile pasó a llamarse cerro Gabriela Mistral.
El Centro Cultural Gabriela Mistral de Santiago.
El poeta y estudioso de su obra, Jaime Quezada, ha editado una serie de libros póstumos con escritos de la premio Nobel: Escritos políticos (1994), Poesías completas (2001), Bendita mi lengua sea (2002) y Prosa reunida (2002).
La O.E.A. y Gabriela
En 1979 la Organización de los Estados Americanos instituyó el Premio Interamericano de Cultura «Gabriela Mistral», «con el propósito de reconocer a quienes han contribuido a la identificación y enriquecimiento de la cultura propia de América y de sus regiones o individualidades culturales, ya sea por la expresión de sus valores o por la asimilación e incorporación a ella de valores universales de la cultura». Fue otorgado por primera vez en 1984 y por última el año 2000.
Reconocimientos póstumos
Además, hay una serie de otros premios y concursos que llevan su nombre. • Una universidad privada fundada en 1981, una de las primeras en Chile, también lleva su nombre: la Universidad Gabriela Mistral. • En 1977, el gobierno de Chile instituyó en su honor la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral. • El 15 de noviembre de 2005, recibió un homenaje en el Metro de Santiago en conmemoración de los sesenta años de su recepción del premio Nobel. Se le dedicó un tren boa tapizado con fotografías de la poeta. •Casi todas las ciudades importantes de Chile poseen una calle, plaza o avenida bautizada en honor a ella con su nombre literario. • En diciembre de 2007 llegó a Chile gran parte del material retenido en Estados Unidos por su primera albacea, Doris Dana. Lo recibió la ministra chilena de cultura Paulina Urrutia, junto a Doris Atkinson, la nueva albacea. • La recopilación, transcripción y clasificación ha sido hecho por el humanista chileno Luis Vargas Saavedra que, al mismo tiempo, ha preparado una edición del trabajo llamada Almácigo. • El 19 de octubre de 2009, se renombró el edificio Diego Portales como Centro Cultural Gabriela Mistral. • Por ley 20386, publicada el 27 de octubre de 2009, cambió la denominación del edificio Untad III y Diego Portales a Centro Cultural Gabriela Mistral, «con el fin de perpetuar su memoria y honrar su nombre y su contribución a la conformación del patrimonio cultural de Chile y de las letras hispanoamericanas».
Universidad de Chile
En 2015, la Universidad de Chile inauguró la Sala Museo Gabriela Mistral, en la Casa Central de esta institución que destaca tres hitos de su relación con la Universidad: • El reconocimiento de su calidad de profesora en 1923; • La creación del grado Doctor Honoris Causa para ella en 1954, ella fue la primera en recibirlo; y • el velatorio de sus restos en el Salón de Honor en 1957. La sala expone material audiovisual, pinturas, primeras ediciones de sus obras y fotos. La Biblioteca Regional Gabriela Mistral de La Serena fue inaugurada el 5 de marzo de 2018 relacionada con Casa de Las Palmeras, lugar que la poeta compró en 1925 "soñando con reproducir el modelo mexicano de escuelas rurales y que hoy es un hito fundamental de la ruta mistraliana.
Numismática
La imagen de Mistral ha aparecido en el billete de 5000 pesos chilenos desde julio de 1981. En septiembre de 2009 se puso en circulación un nuevo billete, del mismo valor, con una imagen más agradable de Mistral.
Relaciones personales
Gabriela Mistral mantuvo su vida personal en estricta reserva, lo que ha provocado mucha discusión respecto a sus relaciones personales y sentimentales. Se mantuvo soltera toda su vida, hecho poco común en una mujer en su época, por lo que gran parte de sus relaciones han sido interpretados a través de su trabajo literario o sus epístolas. A los 15 años tuvo un amor platónico con Alfredo Videla Pineda, un hombre rico y más de 20 años mayor que ella, con el que se carteó durante casi año y medio. En 1906, mientras ella se desempeñaba como profesora en La Cantera, conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles con el que Gabriela sintió un gran afecto.