Orélie Antoine de Tounens autoproclamado Rey de la Araucanía
En 1861 destaca un hecho pintoresco pero no menor, el protagonizado por el francés Orélie Antoine de Tounens, que logró convencer a los Loncos de su proyecto independentista para crear el Reino de la Araucanía y la Patagonia y se autoproclamó Rey tomando el nombre de Orélie Antoine I y formando un seudo gobierno con una cartera ministerial. El gobierno chileno, astutamente, en vez de negar dicha proclamación, prefirió declarar demente a Orélie Antoine y con esto desacreditar todo lo hecho por él. Así el francés fue encerrado en una casa de orates y posteriormente repatriado a Francia. Curiosamente, este gobierno aún existe en el exilio, en Francia. Como consecuencia de este hecho, el gobierno de Chile se dio cuenta de los vacíos administrativos y legales que dieron lugar al hecho anterior y decidió practicar un plan propuesto por Cornelio Saavedra, sin embargo la Guerra del Pacífico pospuso dicho plan. El plan fue llamado "Pacificación de la Araucanía" por el gobierno chileno con el fin de lograr unir final y realmente el territorio chileno al norte del Biobío con el territorio al sur de Valdivia en el que igualmente se llevaba a cabo el proceso de Colonización Alemana de Llanquihue.
Batalla de Quechereguas.
Tras celebrar los mapuches del cacique Quilapán las típicas fiestas mapuches, en marzo del 1868 capturan las caballadas del fuerte de Chihuaihue.
El general José Manuel Pinto Arias al mando militar de la alta frontera, decide enviar una expedición para castigar este asalto disponiendo de dos destacamentos de 160 hombres cada uno, bajo el mando del teniente coronel Pedro Lagos, y del sargento mayor Deméfilo Fuenzalida.
La noche del 24 de diciembre de 1868, Pedro Lagos avanzaba desde Chiguaihue al río Traiguén persiguiendo a los mapuches y desvió su marcha hacia el lugar llamado Las Quechereguas, pero estos se escabullían sin poder alcanzarlos.
En esas circunstancias, se envió, (otras fuentes afirman que se desviaron) hacia el río Traiguén una columna de 20 infantes del 4º de Línea, al mando del capitán Juan José San Martín;20 granaderos a caballo al mando del alférez Valericio Argomedo, más tres cívicos y dos indios guías, mientras él continuaba su marcha a Las Quechereguas.
Juan José San Martín llegó al río Traiguén al amanecer y comenzó a vadearlo con el agua a la cintura, cuando de improviso fue atacado por una masa indígena que no tardó en producir 23 bajas, no pudiendo impedir que el enemigo los rodeara y comenzara a hacer sentir el peso de su enorme superioridad numérica lo que ocasionó la derrota de la corta columna chilena el 25 de abril y la posterior retirada de los sobrevivientes que escaparon donde se encontraba Pedro Lagos. Durante ese día, Lagos también había sostenido un terrible encuentro con los mapuches en Las Quechereguas, donde fue atacado por la caballería mapuche mientras daba descanso a sus tropas, pese al fuerte ataque de los mapuches Pedro Lagos logró rechazarlos momentáneamente.
Luego de este combate, continuó su marcha hasta llegar a orillas del Traiguén, donde se enfrentara a todas las fuerzas de Quilapán, el 26 de abril, donde logra vencer a los mapuches (otras fuentes afirman que fue derrotado), finalizando la incursión y las fuerzas de Lagos vuelven a la guarnición de partida.
Rebelión de 1880 en medio de la Guerra del Pacífico
Los mapuches al ver que el gobierno estaba ocupado en la Guerra del Pacífico, realizaron una rebelión en 1880; el cual preocupó mucho al estado chileno por los actos de vandalismo y pillaje a través de todo el sector llamado La Frontera, sin combates propiamente tales, entre fuerzas importantes.
La Guerra del Pacífico, que enfrentó a Chile contra Perú y Bolivia en el norte del país, significó que las fuerzas del ejército de Chile se concentraran en este conflicto en particular, situación aprovechada por los mapuches para lanzar nuevos ataques a los puestos ubicados en las zonas fronterizas.
Esta nueva sublevación de 1880 se ocurrieron pérdidas para ambos bandos pero, una vez finalizada la Campaña de Lima, el ejército instruido por el gobierno de Domingo Santa María retomó en forma vigorosa la campaña de incorporación de la Araucanía quedando el Coronel Gregorio Urrutia a cargo de la anexión del restante territorio.
Conquista de Argentina en la Patagonia
Paralelamente, del otro lado de la cordillera de los Andes, Argentina iniciaba exitosamente la Conquista del Desierto sobre sus extensos territorios de la pampa y de la Patagonia, acción militar y geopolítica que le permitió incorporar definitivamente a su soberanía esas zonas antiguamente dependientes del Virreinato del Río de la Plata y la Capitanía de Chile, y hasta entonces pobladas por indígenas nómadas de etnias pampas y otras surgidos de la araucanización o mapuchización con consecuencias nefastas, para la soberanía Chilena, en la Patagonia Atlántica.
Rebelión de 1881
Después de la victoria chilena en la Campaña de Lima (enero de 1881), el gobierno chileno a raíz de los sucedido con el Rey de la Araucanía y esta rebelión, realizó un potente esfuerzo militar dirigido por el general Cornelio Saavedra y liderado por el coronel Gregorio Urrutia (gestor del plan), en el cual se llevaron a cabo una serie de escaramuzas represivas en contra de las comunidades indígenas rebeldes resultando en la muerte de miles de indígenas rebeldes como también inocentes y el sometimiento definitivo de estas comunidades.
Dichas acciones se ejecutaron en la zona al sur del Biobío llamada La Frontera de Angol (Los confines) y Villarrica, sometiendo a los mapuches en sistemas de reductos indígenas y campos de internamiento; y los territorios anexados fueron entregados para ser colonizados a inmigrantes europeos, principalmente Alemanes.
Ataque a Traiguén
El 27 de enero de 1881, 3.000 indígenas atacaron Traiguén arrasando con las haciendas y el ganado.
Tras ser rechazadas sus incursiones en Traiguén y el fuerte de Lebuelmán los mapuches se encaminaron, sumando cada vez más lanzas a atacar el fuerte de Los Sauces, entonces tenían unas 1.500 lanzas asalto que fracasó cuando atacaron la línea del Malleco que creían desguarnecida fueron masacrados, con esto las tropas chilenas pudieron seguir su avance, cruzaron el Cautín, y el 24 de febrero fundaron el fuerte de Temuco. Los aborígenes respondieron atacando dos caravanas matando 100 personas, en los cerros de Ñielol, ese mismo mes.
Fundación de Temuco
La ciudad de Temuco, fue fundada el 24 de febrero de 1881, entre el río Cautín y el cerro Ñielol. Estuvo a cargo el ministro Manuel Recabarren, quién creó el Fuerte Recabarren o Temuco, conformado por el Ejército de Chile, y colonos criollos e inmigrantes
El 5 de noviembre de 1881, los mapuches comandados por los lonko Esteban Romero (Truf-Truf), Melivilu (Maquehue), Epul (Tromen), Lienan (Temuko), Marileo Kolipi (Purén), Epuleo (Victoria), Millapán y Necul Painemal (Chol-Chol), Ñanco (Tirúa), Painecur (Tolten), Neculman (Lonquimay) y Namuncura (Puelche), entre otros jefes militares, intentaron realizar un epopeya casi imposible: detener el avance de las fuerzas militares chilenas y evitar así la perdida de la independencia del Wallmapu.
Semanas después comenzaron las primeras hostilidades aunque no se unían los diferentes grupos mapuches a fin de preparar un plan de ataque común y se atacaban con caballadas cuando salían a pastar, se cortaban las líneas del telégrafo y se atacaban las caravanas de carretas que aprovisionaban a los fuertes militares recién instalados…
Entre unos 6.000 a 7.000 conas participaron de los combates, resultando muertos o heridos más de mil.
Las tribus araucanas menguadas por la guerra constante, podían movilizar solamente 8.000 lanzas: 2.000 de los arribanos, 2.000 de los abajinos, 1.000 de los costinos y el resto huilliches sin embargo, gracias a la hábil diplomacia chilena las tribus jamás actuaron como un solo grupo.
Ataque al fuerte de Lumaco.
La mañana del 5 de noviembre, los mapuches atacan el fuerte de Lumaco, débilmente defendido 45 guardias nacionales y 20 soldados dirigidos por el capitán Juan Barra mientras que los mapuches al mando de Luis Marileo Colipí niesto de Lorenzo, fundador de la dinastía que contaba con unos 800 lanzas.
Los arribanos de Quillen y Lautaro se pusieron de acuerdo con los abajinos de Lumaco y en la noche llegaron miles de mapuches junto a Reiman, Huilcaman mi descendiente, Melillán y también Marileo. Los muertos por los indios en las inmediaciones de Lumaco pasaron de cien, Imperial Bajo fue destruido.
Ataque al fuerte de Toltén.
Painemilla, Calfupán,Colihuinca, Painecur, Huichal y Carmona, asaltaron el pueblo de Toltén. Cuando la insurrección llegó a Boca Budi, fue muerto el chileno José López por el cacique Painecur. En una canoa bajaba con otros, entonces los alzados avanzaron desde las dos riberas contra ellos, invadieron las canoas y los ultimaron.
Ataque al fuerte de Imperial.
Los fuertes de Budi y Toltén quedaron sitiados mientras que Nueva Imperial fue destruida y los habitantes sobrevivientes tuvieron que huir a los cerros.
En Imperial se habían reunido 200 hombres, pero sin armas y tuvieron que abandonar el cuartel…”. La invasión de indios destruyó por completo Imperial, más de 400 personas se encuentran aisladas en este pueblo y unas 80 huyeron al monte. Se calcula en más de 200 víctimas, contándose al subdelegado de Imperial, Pascual López.
Ataque al fuerte de Tirúa.
Fue atacada sin éxito el 7 de noviembre, se lanzaron varias expediciones punitivas a una legua y media de Tirúa, en el borde del río del mismo nombre, en un lugar conocido como Loncotipai. La tropa comandada por el capitán de milicias don José Luis Aguayo produjo otro enfrentamiento en el fundo Relún, al oriente de Tirúa tomando prisioneros en combate en Loncotipai a inmediaciones del río Tirúa, entre una parte de la tropa que salió de Cañete y una avanzada de indios que resultaron algunos muertos y otros heridos y prisioneros, entre estos viene un hijo del cacique Cayupi.
Ataque al fuerte de Ñielol - Galvarino
El fuerte de Ñielol fue asaltado el 9 de noviembre,los mapuches estuvieron cerca de tomarlo pero tuvieron que retirarse tras sufrir cientos de bajas. La tropa que salió en perseguimiento de unos 300 indios que salieron a Curaco y Collipulli.
El en fuerte Ñielol se hallaba asilado el cacique Coñoepan, quien se refugió allí con 60 mocetones en defensa. Coñoepan, que es uno de los caciques más respetados de entre los abajinos.
Trenes con tropas de Santiago llegan a Angol que eran despachados a la frontera:200 hombres del 8º de Línea y del Batallón Chillán se trasladaron para reforzar el Fuerte Ñielol dirigidos por el coronel Pedro Cartes.
La noche del 9 de noviembre llegaron los indios, los mapuches iban disfrazados de comerciantes, metían bulla con coligues y entonces hacían como que imitaban balidos de vaca y de oveja. Pero los guardias estaban previstos, sabían que eran los mapuches que iban a llegar, los habían vendido murieron muchos descendientes de Lumaco.
Ataque al fuerte de Temuco.
El mayor enfrentamiento se produjo en la Batalla de Temuco, entre el 3 y el 10 de noviembre. El fuerte, dirigido por el mayor Bonifacio Burgos, resistió el embate de 4.000 mapuches al mando del cacique Esteban Romero que se retiraron tras sufrir más de 400 bajas.
La retirada tras la derrota.
En Pillanlelbun,Toltén e Imperial tranquilos. Boroa y Truf-Truf depusieron sus armas Marimán no se habían entregado y construcción del Fuerte Chol-Chol, donde quedaron 225 hombres. Millapán, el jefe que atacó Ñielol, quedó preso y el ejército hizo un fuerte en su misma casa. De allí el ejército se dirigió a Imperial fundando pueblos y fuertes como Nueva Imperial y Carahue tomando presos a los caciques sublevados.
Fundación de Villarrica
Fue un hecho que marcó el final de la vida independiente mapuche con colonos avanzando el ferrocarril uniendo y cambiando para siempre el territorio terminando así cuatro siglos de resistencia mapuche, sin duda una pagina extraordinaria en la historia de los pueblos…”.
Parlamento de Putué (1882).
La antigua ciudad de Villarrica estuvo abandonada durante 280 años hasta el 31 de diciembre de 1882, con el histórico Parlamento de Putué, en el cual participaron los Caciques Leandro Penchulef de Putué; Luis Aburto Aquiñanko de Niguén y Saturnino Epulef y del Coronel Gregorio Urrutia.
Solo Saturnino Epulef, fue el único mapuche que se opuso al repoblamiento de Villarrica, pero la presión de las tropas chilenas y de sus colegas mapuches, se aprobó la refundación de la ciudad.
El 1 de enero de 1883, las tropas y la comitiva republicana del Coronel Gregorio Urrutia, llegaron a las ruinas de Villarrica con la sorpresa que Epulef, lo esperaba con refuerzos mapuches que no dejarían que las tropas chilenas tomaran posesión de las tierras, encuentro terminó en un acalorado debate en el cual Epulef con mucha impotencia, se retiró abatido.
Luego se procedió a izar la bandera de Chile y se escribió el acta oficial de fundación levantándose una fortificación para seguridad de los nuevos vecinos chilenos.
Fin de la Guerra de Arauco
El 27 de febrero de 1883 se construyó otro fuerte en lo que hoy es Pucón, naciendo así la ciudad y balneario homónimo y con esta fecha, los libros de Historia consignan oficialmente como el fin del proceso iniciado en la Guerra de Arauco, aunque la guerra como tal, había concluido hacía un siglo atrás.
Los Gendarmes de Las Colonias
Aparece en esta época, la figura de Hernán Trizano Avezzana, oriundo de Valparaíso, pero educado en Italia, que llevó una vida de mercenario errante, por el Mediterráneo, Asia, y Sudamérica.
El comienzo de la Guerra del Pacífico en 1879 lo incitó a engrosar las filas chilenas que partirían a combatir contra Perú y Bolivia ingresando al Ejército chileno el 15 de abril de 1879.
Fue destinado al Regimiento de Caballería Cazadores del desierto, con el grado de tropa, pero su buen desempeño durante la prolongada campaña bélica le valió su ascenso a sargento primero.
Se retiró en 1881 y tres años después se reintegra al Escuadrón de Húsares en Angol el 22 de enero de 1885.
En una Araucanía dominada por el bandidaje, determinó al gobierno chileno a crear policías rurales siendo uno de los escuadrones de policía rural encabezado por el alférez Trizano.
Hernán Trizano logró reclutar una dotación con un sargento, cuatro cabos y dieciséis soldados consiguiendo poner en fuga a los facinerosos, haciéndolos retirarse al norte del río Biobío. Por sus méritos, se le destinó al Estado Mayor de la plaza de Cautín en con el grado de teniente y dos meses más tarde fue nombrado comandante de la policía urbana y rural de Angol recibiendo luego el nombramiento de capitán, en 1890.
Debido a los sangrientos acontecimientos de la guerra civil chilena de 1891, el capitán Trizano pasa a retiro y sus tropas desmovilizadas.
En 1893Trizano se reincorporó conservando su grado y su antigüedad ya que la policía no lograba éxitos en el combate al bandolerismo, que ponía en peligro las explotaciones del nuevo frente productivo formando un "Cuerpo de Gendarmes de las Colonias", para servir de policía rural en Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia y Llanquihue.
Este cuerpo armado quedó supeditado al Ministerio de Relaciones Exteriores, arguyéndose que estaba involucrada una gran cantidad de inmigrantes europeos que colonizaban la zona y en los hechos, no tuvo una relación con las Fuerzas Armadas.