Beata Laura Vicuña
                      



Poco conocida es esta niña nacida en Chile de padre aristócrata obligado emigrar con su familia a la Argentina que falleció tempranamente dejando a su esposa desprotegida con dos hijas recién nacidas las que vivieron una pesadilla de abuso.
Falleció a los 12 años tiempo que vivió sus poca edad en santidad, razón que la Iglesia Católica le a concedido la gracia de su Beatificación por su  sacrificada y ejemplar vida, a pesar de su sufrimiento personal y familiar a su corta edad, siendo capaz de perdonar al abusador de ella y su madre víctimas de la soledad que sufrieron tras el temprano fallecimiento del padre y esposo de esta familia.

Laura del Carmen Vicuña Pino,
más conocida como Laurita Vicuña,​ fue una niña reconocida por la Iglesia como beata nacida en Chile que vivió y murió en Argentina.
Las circunstancias de su muerte y su compromiso con la fe católica, le valieron la beatificación en 1988.
Es considerada por la Iglesia católica como mártir protectora de la familia que se conmemora el 22 de enero.

Nació en
Santiago, Chile, 5 de abril de 1891 y fallece en Junín de los Andes, Argentina, 22 de enero de 1904.

Hija del matrimonio entre
José Domingo Vicuña, militar vinculado a una de las familias más importantes de Chile, y Mercedes Pino, quien no era estimada por los parientes de su esposo a causa de su clase social, considerada "pobre".

Laura fue bautizada en la Parroquia Santa Ana en Santiago, en la misma pila bautismal donde pocos años más tarde recibiría similar sacramento Juanita Fernández Solar, Santa Teresa de Los Andes.

En ese momento
Chile estaba en una crisis política que había desembocado  desde enero, en una guerra civil.

Laurita es perteneciente al mismo tronco genealógico de la familia del actor  Benjamín Vicuña.

Claudio Vicuña, pariente lejano del padre de Laura, respondía al cuestionado presidente José Manuel Balmaceda, y fue elegido como su sucesor, pero no llegó a asumir.

Al terminar la guerra, la familia
Vicuña fue perseguida y José Domingo debió alejarse de Santiago.
Muere
en 1894,
luego del nacimiento de su segunda hija, Julia Amanda, por lo cual Mercedes Pino y sus hijas quedaron en la pobreza y portadoras de un apellido perseguido obligando a la madre a buscar refugio en Argentina.

Sus primeros años en Argentina

Mercedes y sus hijas se establecieron en las proximidades de Neuquén, Argentina, en la localidad de Junín de los Andes.
Al principio
Mercedes buscó algún trabajo para poder costear los estudios de sus hijas, llegando a la estancia “Las Mercedes” perteneciente al Capitán Mariano Fosbery, quien la recibió como empleada doméstica desempeñándose aproximadamente de 5 a 6 meses.

Luego, se trasladaron a orillas del
Río Quilquihué, donde se encontró con Manuel Mora, dueño de la estancia local,​ quien maltrataba a la madre de Laura, presionándola para que accediera a ser su concubina.
A cambio de ello, accedió a costear los estudios de sus hijas, por lo que
Mercedes accedió.​


Colegio María Auxiliadora

Laura y su hermana ingresaron al colegio "Las Hijas de María Auxiliadora", de la Congregación Salesiana, fundada por Don Bosco, en Junin de los Andes, donde fue instruida en la fe cristiana.

Según sus palabras, era feliz en el colegio, al cual llamaba:
“mi paraíso” y las hermanas la consideraban una niña devota, llena de caridad hacia sus compañeras y fiel a sus deberes cotidianos.

Primera comunión

Laura realizó su primera comunión el 2 de junio de 1901.
Ese día ofreció su vida a
Jesús y consagró su pureza a la Virgen.


Abusos


Durante sus vacaciones escolares,
Laura sufrió dos violentos ataques por parte de Manuel Mora, quien pretendía mantener relaciones sexuales con ella.
Ante su rechazo, él se negó a seguir costeando los gastos de los estudios de las niñas, sin embargo, el colegio solucionó el problema permitiendo que
Laura siguiera estudiando gratis.
A pesar de esto,
Laura pensaba que la situación de su madre no había mejorado, sintiendo que no había hecho nada por ayudarla.​


Su vida por la de su madre

Un día, y recordando la frase de Jesús: "No hay muestra de amor más grande que dar la vida por sus amigos", Laura optó por pedir a Dios la salvación de su madre a cambio de su propia vida.​
A los pocos meses
Laura cayó enferma, empeorando su salud conforme avanzaba la enfermedad.

En una visita de su
madre, Mora la agredió dejándola herida en su cama.​
La
vida de Laura se iba apagando: “Señor, que yo sufra todo lo que a ti te parezca bien, pero que mi madre se convierta y se salve”.


Promesa de su madre

Muero. Yo misma se lo pedí a Jesús.
Hace dos años que ofrecí mi vida por ti, para pedir la gracia de tu conversión. Mamá, antes de morir ¿tendré la dicha de verte arrepentida?
Doña
Mercedes, con los ojos en llanto, le respondió diciendo:

Te juro en este momento que haré cuanto me pides.
Estoy arrepentida.
¡Dios es testigo de mi promesa!
Laura dijo al sacerdote Genghini que la asistía, y luego a su madre:

Padre, mamá promete en este momento abandonar a aquel hombre; sea usted testigo de su promesa [...] ¡Gracias, Jesús!, ¡Gracias, María!, ¡Adiós, Mamá!, ¡Ahora muero contenta!

Así, el
22 de enero de 1904 murió Laura Vicuña Pino.


Proceso de Beatificación


Venerable


Una vez ocurrida su muerte, y en consideración a su
fama de santidad, la congregación salesiana inicia su proceso de canonización en la década de 1950.

La misma congregación le encomendó la tarea a la madre
Clelia Genghini, quien pasó varios años recolectando información acerca de su vida y obra.
No alcanzó a ver su obra realizada, debido a que murió el mismo año en que se inició el
proceso de beatificación.

La fase diocesana del proceso de beatificación de
Laura Vicuña se inició en la ciudad de Viedma, provincia de Río Negro.
Entre los obstáculos que enfrentó el proceso se contaron que
Laura no podía ser considerada mártir, y su corta edad no abría muchas esperanzas para su beatificación.
En efecto, la
Congregación de los Ritos actual Congregación para las Causas de los Santos solía excluir la posibilidad de canonización de aquellos creyentes cuya corta edad al momento de su muerte dificultaba la valoración de su ejercicio de las virtudes teologales y cardinales en grado heroico durante un considerable periodo de su vida.


Con todo, resultó un
precedente de importancia la beatificación el 5 de marzo de 1950 y posterior canonización el 12 de junio de 1954 de Santo Domingo Savio, muerto a los 14 años,​ y la canonización el día 24 de junio de 1950 de Santa María Goretti, muerta a los 11 años y considerada mártir de la pureza.

En
marzo de 1981 se allanó este último requisito en el Dicasterio romano.
Con el decreto del
18 de marzo de 1982, la Congregación plenaria de cardenales y obispos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos introdujo la causa de Laura Vicuña.

Al decretarse su heroicidad en el ejercicio de las virtudes,
Laura Vicuña Pino fue declarada venerable el 5 de junio de 1986.


Beatificación

Fue impulsado por la atribución a Laura de un milagro en favor de la religiosa perteneciente a la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora, Ofelia del Carmen Lobos Arellano.
Esta religiosa estuvo afectada por
problemas en sus pulmones, provocando que fuese bastante delicada de salud.
En
agosto de 1955 fue desahuciada por los médicos, quienes la enviaron a su convento a  "morir en casa".

Sin embargo, y tras rezar a
Laura Vicuña se mejoró en forma notoria, recuperando la salud y parte de los pulmones que se catalogaron como irrecuperables.
En la consulta científica de la
Congregación por la Causa de los Santos, fue catalogada como "5 sobre 5, recuperación inexplicable mediante la ciencia".

El
3 de septiembre de 1988, fue beatificada por el papa San Juan Pablo II, en medio de las celebraciones del centenario de la muerte de San Juan Bosco.


Santuario


En las faldas del
Cerro Renca y ocupando 30 hectáreas, en la ciudad de Santiago, se encuentra emplazado el Santuario de Laura Vicuña, que posee una capilla con capacidad para 100 personas, salas para encuentros católicos y una amplia área para reuniones de grupos que se encuentren dispuestos a orar con Laura Vicuña.

El
9 de diciembre de 1999, en la ciudad de Junín de los Andes, se inauguró un templo que fue restaurado y dedicado a la memoria de Laura Vicuña, siendo construido por las alumnas del Colegio María Auxiliadora.
La primera
Eucaristía fue celebrada por el obispo de Neuquén, Mons. Agustín Radrizzani.


Verdadero rostro

Una investigación encargada por religiosas salesianas argentinas y chilenas a Carabineros de Chile y publicadas en la prensa en febrero de 2010, reveló que el rostro por el cual se conocía a Laura Vicuña no pertenecía a ella, sino que se trataba de una pintura del artista italiano Caffaro Rore, hecha por encargo de las salesianas italianas e inspirado en una niña europea y en supuestas descripciones dadas por la hermana menor de Laura, Julia.
Ya en la década de
1990 el Padre Ciro Brugna había presentado un análisis indicando que el rostro que más se había difundido no era el de ella.
Luego en el estudio del año
2010 se reconoce en una fotografía junto a sus compañeras, el verdadero rostro que es el de una niña morena con rasgos mestizos.






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