Presentación






El nombrado también deporte de los puños y posteriormente boxeo se inicia en los puertos de Valparaíso e Iquique traído por marineros ingleses que lo practicaban en sus horas de oseo siendo luego adoptado en Santiago.
 
Los primeros enfrentamientos, algo más formales, fueron en Valparaíso por el año 1898 en gran medida por Juan Budinish, quien fue a Los Estados Unidos en que este deporte tenía otra lógica.
  
Como Iquique siempre ha sido un puerto importante, fue influenciado por los marineros ingleses saliendo de allí los primeros púgiles de talla mundial siendo primero el legendario Tani Loayza y una década después el también legendario Arturo Godoy.

No podemos dejar de mencionar la primera desgracia, una fatal pelea chileno Adolfo Morales y el estadounidense William Daly, que  no debió haberse realizado, por la serie de irregularidades desde el ring de madera sólida, una esquina de seconds irresponsables y un juez negligente, así lo creía el contrincante que criticó el sobrepeso de 82 kilos del chileno.
Fallece Adolfo Morales "el primer mártir del boxeo chileno",

El Boxeo fue prohibido en muchas comunas del país, no solo por considerarse violento sino porque se empezaron ha hacer apuestas hecho considerado siempre un delito en nuestro país, pero según la forma política de entonces en el país las prohibiciones eran comunales, es decir, que si se prohibían en Santiago, no necesariamente se prohibía en Ñuñoa comuna algo lejana entonces que si permitía el pugilismo pero siempre permitir las apuestas.

El Tani se crió en el ambiente del matadero de Iquique fue descubierto por un chileno que estuvo radicado en Francia y Los Estados Unidos: Luis Bouey, que lo llevó a disputar nada menos que en el Madison Square Garden de New York el primer título mundial de boxeo que haya realizado un compatriota.

Dicho combate el Tani lo iba ganando pero inesperadamente el árbitro le pisa el pié al chileno y le quiebra el dedo más pequeño deteniéndose la pelea y dándose por vencedor a mismo campeón por imposibilidad de continuar el retador chileno.
De aquí viene el dicho: perdió por mala pata.

Una década después aparece Arturo Godoy una nueva leyenda pretérita del boxeo chileno también secundado por Luis Bouey que lo lleva al extranjero hasta hacerlo enfrentarse con unos de los gladiadores más reconocidos del boxeo mundial Joe Louis,  "El Bombardero de Detroit", considerado invencible en esa época por su boxeo y pegada mortífera.
Fue Godoy, que con una estrategia agazapada, de enfrentarlo agachado bajo la cintura no le dio espacio al fornido Louis para hacer su faena, siendo Godoy el único hombre blanco en terminar en pie los 15 round de pelea con un estrecho veredicto dividido por puntos en favor de Louis pero con los mejores elogios para el chileno.

Chile tuvo que esperar esta vez más de dos décadas hasta que aparece Godfrey Steven para enfrentar al japonés Shozo Saijyo pero su refinada técnica no doblegó al campeón aunque dejó una muy buena impresión en su combate razón que fue recibido por una inesperada multitud en el Aeropuerto Pudahuel de Santiago despertando una fuerte fanaticada por el boxeo en nuestro país.

Otra
década más tuvo que pasar para que desde Osorno apareciera otra leyenda boxeril: Martín Vargas, que ilusionó al país con su pegada desde que ganara el título Sudamericano de los moscas.
Disputó
cuatro títulos: dos con el mexicano Miguel Cantó que resultó ser un maestro reconocido por toda la afición, un título con el venezolano Betulio González quien fue el boxeador que más soportó la golpeada de Martín y finalmente rebajándose a la categoría Mini Mosca el chileno es doblegado por el japonés Yoko Gushiken combate que fue alegado por Martín por haber recibido una sustancia aletargadora en su comida, hecho que a los años después fue corroborado y acusado el japonés de prácticas anti deportivas.
Las peleas de
Martín fueron un evento nacional, todas las ciudades del país se paralizaban, un verdadero desierto para ver sus peleas por la televisión.

Después de
Martín, vinieron varios chilenos que intentaron un título mundial de boxeo para Chile, algunos como:

Chifeo Mendoza logró un título en una Asociación novicia que luego desapareció.


Benedicto Villablanca conquista un título que fue cuestionado por un cabezazo involuntario que luego de 20 días le fue arrebatado por secretaría.

El rancagüino Juvenal Órdenes que cayó ante el fornido ghanés Azuma Nelson.

Cardenio Ulloa estuvo a punto de noquear al mexicano Richi Sandoval pero no tuvo la experiencia ni sabiduría para finiquitar el combate logrando el contendor reaccionar y ganar contienda reteniendo su título.

Solo dos boxeadores podemos considerar como legítimos campeones mundiales: Carlos Cruz Cruzat y a Carolina Rodríguez, La Crespa.

Carlos Cruzat
logra el 5 de mayo de 2000 se tituló campeón del mundo en los pesos crucero de la Asociación Internacional de Boxeo, venciendo al norteamericano Ira Humm en Tucson, Estados Unidos.

Y
Carolina Rodrríguez nos da la grata sorpresa de encincharse el cinturón de Campeona del Mundo tanto de la Asociación Internacional de Boxeo Femenino (WIBA) y de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) las que defendió con sendas victorias en varias oportunidades convirtiéndose en la boxeadora más solida de la historia del boxeo chileno tanto de hombres como de mujeres.

Este deporte muy arraigado en el acontecer nacional generó muchas expectativas que no dio los resultados deseados por la precariedad de la preparación de los deportistas versus los rigurosos estudios científicos que son sometidos los atletas de países del primer mundo.

Había notorias diferencias en la preparación, principalmente en el aspecto psicológico que nunca se le dio importancia y que significa principalmente el aprender a soportar la presión que siente el disputar un título mundial, los cambios de estrategias del adversario y lidiar con un público en contra cuando no se está en casa.

Hoy el boxeo ya no tiene el mismo interés de antes, al menos que aparezca un iluminado.
La lucha libre desgraciadamente ha tomado su espacio, y dije desgraciadamente por la violencia que esta tiene que puede destrozar a una persona con un solo golpes inclusive de pie.

Pero cuando hablamos de boxeo, Chile no puede olvidar a todos estos mencionados porque ellos tuvieron una virtud que otros no fueron capaces y fue el de atreverse, de intentarlo, el tener el coraje para subirse a un ring para retar a un campeón y decirle al mundo que hay un chileno presente que tiene las agallas para enfrentar a un campeón.   



                               Revista Chilena.com