Don Patricio Molina Molina

Inauguración del Terreno para la Capilla de Casuto

Las autoridades y especialmente el sacerdote padre Alberto Solis percibieron que los adelantos no solo eran materiales sino espirituales, de tener un lugar físico donde encontrarse con su espíritu y con Dios.

Inicialmente, las oraciones y las novenas se realizaban en uno de los patios de la casa de don Manuel León Salinas y de su esposa Sra. Marta Ponce de León y su hermana Laura.
Allí había un Altar donde había una cruz y resaltaba una bella imagen de la Virgen de Andacollo que fue llevada luego que se pudo cerrar la capilla.

Tras la inauguración del terreno, entonces eriazo, hubo que hacer trabajos de limpieza, movimientos de escombros y de tierra para dejarlo apto a la futura construcción.

Pero los recursos eran pocos y la construcción alcanzó para hacer solo una simple ramada, estructurada con varas de madera de álamos y otros árboles afines que la familia Molina disponía de la construcción de su viña.
Dichas varas fueron unidas con amarras de alambre formando el esqueleto de una casa la que fue techada con hojas de palmeras y otras ramas para dar una leve sombra que daba al menos una débil sensación de cobijo.
El piso era de tierra al que con esfuerzo se logró encementar al menos el sector sombrío.

El campanario era y aun es, una simple campana de boca de unos 30 cm. de diámetro que la familia Molina utilizaba para señalar las horas de entrada, de merienda, de onces y de salida de sus trabajadores.
Para dicha campana se levantaron dos varas de álamo altas, de unos 10 a 12 metros, unidas por otro madero transversal de no más de un metro donde se colgaba la campana que se oía claramente hasta un kilómetro a la redonda.
Eran tres las campanadas: a las 8:30 a.m., 8:45 a.m. y finalmente a las 9:00 a.m. hora que se iniciaba la misa.
Lo mismo ocurría cuando se hacían las novenas el llamado era el mismo en el horario de la tarde que se establecía.
Quien quedó a cargo de la Capilla y del campanario fue la señora Nolfa Stuardo, esposa del comerciante don Juan Araya.

El primer presbítero fue el joven sacerdote padre José Casalli quien viajaba sagradamente cada Domingo a la Capilla de Casuto a celebrar la Santa Misa Dominical.
Lo hacía cargando su indumentaria y los elementos necesarios como la copa de cáliz, macetero para el incienso, etc..
Estaba muy preocupado de terminar la misa a tiempo para que no lo dejara el microbus que lo llevaba de vuelta a la parroquia de Rinconada para celebrar la siguiente misa con ellos.

Una vez, llega de visita al sector un reconocido pintor de cuadros, el hermano Aldo, acompañado por el hermano Emeterio Santillana de la Congregación de los Hermanos Maristas de Los Andes para conocer la imagen de la Virgen de Andacollo que el suscrito le mencionó en el colegio.
al verla, quedaron impresionados por tal belleza de obra y volvieron para hacerle un retoque, especialmente a su vestimenta con una pintura como pasta especial de oro verdadero.

Actualmente la Capilla de Casuto está casi terminada con una estructura metálica y de cemento y desde que se iniciara como una ramada de madera hasta la fecha se celebra cada domingo sagradamente la Santa Misa y las fiestas religiosas locales como las subida y bajadas de la Virgen de la Ventana en el sector de los Baños del Palqui.

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